¿Cómo pueden los educadores reconocer e intervenir cuando el comportamiento del estudiante se intensifica?
Página 9: Recuperación
Una vez que el docente ha restablecido la calma en el aula y el comportamiento del estudiante se ha distendido de forma adecuada, el alumno entra en la fase final del ciclo de la conducta desafiante: la Fase de recuperación. Esta fase marca una transición entre la Fase de distensión y la Fase de calma. El docente debe apoyar al estudiante mientras se reintegra gradualmente al aula.
Cómo se ve estudiante típico
En esta fase final, los estudiantes suelen estar sumisos. Pueden:
- Evitar hablar del incidente
- Parecer cautelosos
- Preferir trabajar solos en una tarea conocida
Estrategias a implementar
En su mayor parte, las estrategias utilizadas en la Fase de calma inicial también son aplicables a la Fase de recuperación. En la tabla de abajo, se presentan algunas estrategias y consejos adicionales para ayudar al estudiante durante la Fase de recuperación. La forma en que el docente implemente estas estrategias puede variar en función de la naturaleza y la gravedad del comportamiento pico.
Estrategia | Sugerencias |
Realice una breve sesión informativa (de 3 a 5 minutos) con el estudiante para revisar el parte informativo que llenó en la Fase de distensión. |
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Sesión informativa Una breve conversación entre un estudiante y un educador para revisar un evento conductual significativo, evitar que vuelva a ocurrir mediante la creación de estrategias de respuestas diferentes y la transición de regreso a las actividades normales; por lo general, se utiliza durante la Fase de recuperación del ciclo de la conducta desafiante.
Haga clic en el siguiente formulario para ver un modelo de formulario que los docentes pueden utilizar cuando tienen una sesión informativa con un estudiante. Nota: Aunque la sesión informativa puede restar tiempo lectivo, es un tiempo bien empleado. La sesión informativa puede ayudar al estudiante y al docente a comprender el comportamiento para evitar que se repita. Si no se hace, puede significar para el estudiante que se ha salido con la suya. |
Realice una sesión informativa concisa con la clase. |
En los casos en que el estudiante sea expulsado de la clase:
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Refuerce el comportamiento positivo del estudiante. |
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Reintegre gradualmente al estudiante en las rutinas normales del aula. |
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Responsabilice al estudiante de su comportamiento. |
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En este video, el Sr. Santini ilustra los pasos que deben dar los docentes durante la Fase de recuperación (tiempo: 7:11).
Transcripción: Fase de recuperación
Maestro: Vamos a hablar de lo que pasó antes. ¿Podemos empezar con tu reflexión?
Nora: De acuerdo.
Maestro: ¡Estupendo! Veo que te sentiste frustrada por tener que esperar para hacer tu trabajo de matemáticas. ¿Era difícil escuchar a otros estudiantes hacer preguntas de las que ya sabías las respuestas? Lo entiendo perfectamente, pero, ¿qué hiciste?
Nora: Hablé fuerte. Luego grité y tiré mi silla.
Maestro: Yo también lo vi. ¿Cómo te fue? ¿Cómo te sientes con el resultado?
Nora: Me siento avergonzada y desearía no haberlo hecho.
Maestro: Lo sé. ¿Qué piensas sobre lo que podrías hacer la próxima vez? Dame algunas ideas, puedo ayudarte.
Nora: ¿Tal vez podría preguntar si puedo seguir adelante con las tareas?
Maestro: Bien. Es una idea estupenda. ¿Qué tal si encuentro algunas actividades desafiantes para que las tengas en tu escritorio solo para momentos como éste?
Nora: De acuerdo.
Maestro: También recuerda que siempre tienes la opción de ir al rincón de la paz y usar las actividades de allí.
Nora: De acuerdo.
Maestro: Estupendo. Ahora, esto es importante: cada vez que un estudiante muestra cualquier comportamiento inseguro en el aula, el docente tiene que llamar a casa y emitir una remisión a la dirección. Solo quiero asegurarme de que lo sepas para que no sea una sorpresa. ¿Tienes alguna pregunta al respecto?
Nora: No, lo entiendo.
Maestro: ¡Estupendo! Antes de continuar, ¿hay algo más que necesites o quieras que sepa? ¿Algo más que pueda ayudarte para que esperes mejor la próxima vez?
Nora: No lo sé. Siempre estoy esperando a que los adultos ayuden a otros niños para que puedan ayudarme a mí.
Maestro: Es cierto. Tienes una hermanita.
Nora: Sí. Recibe toda la atención.
Maestro: Siento oír eso. Debe ser muy difícil. Si alguna vez quieres hablar de eso, podemos hacerlo.
Nora: De acuerdo.
Maestro: ¿Cómo te sientes ahora?
Nora: Me siento un poco avergonzada, pero mucho mejor.
Maestro: Eso es totalmente comprensible. Me alegro de que te sientas mejor y quiero que sepas que me alegro mucho de que estés en mi clase.
Nora: Gracias.
[Comentario de Johanna Staubitz]
El Sr. Santini mantiene una conversación informativa con Nora, y el primer paso de esta conversación consiste en examinar el formulario y llegar a un acuerdo sobre lo sucedido. El Sr. Santini utiliza expresiones como: “Veo que te sentiste así”, “Yo también vi eso”. Valida la experiencia de la estudiante en la medida de lo posible y le hace algunas preguntas sobre lo que necesitaba, por qué ocurrió y si realmente resolvió el problema. Esto realmente ayuda a los estudiantes a desarrollar la capacidad de autorreflexión y también, en el futuro, a darse cuenta de cuándo están empezando a escalar, a observar esas señales en sí mismos. Y esto les facilita la búsqueda de soluciones, en el futuro.
El Sr. Santini y Nora continúan ahora esta conversación. Dedicaron la primera parte a hablar de lo que ocurrió para ayudar a desarrollar la capacidad de Nora de detectar cuándo necesita un cambio en su entorno. Así que ella necesita saber cuáles son sus desencadenantes, al igual que el Sr. Santini. Esa conversación es útil para ambos. Pero ahora lo que necesitan es construir sobre eso una idea de qué hacer una vez que uno o ambos detecten que hay necesidad de un cambio. Así que trabajan juntos para identificar algunas estrategias y Nora es capaz, con tan solo empezar, de hacer una sugerencia bastante buena. Que es: “Bueno, tal vez pueda pedir seguir adelante”. Algo así como pedir ayuda, pero adaptado a su situación desencadenante: tener que esperar. Y el Sr. Santini refuerza su compromiso con esta conversación diciendo: “Esa es una gran idea”, y luego se basa en ella sugiriendo que él, ya sabes, tome un papel activo y compile un conjunto de actividades que puede tener para darle, en una situación como esa. Además, le dice, ya sabes, como alternativa, siempre puedes ir a tomarte un descanso al rincón de paz. Y esta es una idea realmente buena. Es beneficioso disponer de ese descanso no solo para Nora, sino también para los demás estudiantes de la clase. Y, de nuevo, es importante que, si vas a utilizar algo como un área de descanso o un rincón de paz, hayas enseñado explícitamente a la clase los procedimientos para entrar, sentarse y utilizarlo.
Esta conversación es delicada, y puede ser muy tentador dejarla para más tarde o incluso no hablar con el estudiante sobre ello y solo aplicar la consecuencia. Pero el Sr. Santini sigue adelante y hace saber a Nora lo que tiene que suceder, de acuerdo con las políticas de la escuela o del aula, en respuesta a su comportamiento problemático grave de patear el escritorio y golpear cosas. Esas cosas eran peligrosas para Nora y para los demás estudiantes. Pero lo hace con compasión, y me gusta su lenguaje de “Esto es lo que pasa”, de modo que la está preparando para las malas noticias, pero terminando con una nota positiva en la que le pregunta: “¿Te parece que tiene sentido?”. Y Nora dice: “Sí”, y si tiene preguntas, puede hacerlas. Pero lo importante es que él sea amable pero firme con las consecuencias. También añadiré que puede ser muy tentador utilizar esta parte de la conversación, si usted no es uno de esos docentes que quiere evitarla, podría ser uno de esos docentes que está tentado de culpabilizar y avergonzar, en un esfuerzo por evitar que el estudiante vuelva a hacerlo. Yo le advertiría que se recordara a sí mismo que debe ser amable pero firme. Las consecuencias hablarán por sí solas.
Así que, en este segmento final de la conversación, el Sr. Santini aborda muchas cosas diferentes. Uno es discutir otros temas o cuestiones no escolares, como: “Hey”.
Una especie de reconocimiento de que esto no es necesariamente la forma en que normalmente reaccionan, incluso cuando sus compañeros hacen un montón de preguntas. Como: “¿Hay otras cosas que debería saber?”. Así que esta es una oportunidad no solo para aprender acerca de los desencadenantes no escolares, sino también para reparar y construir una relación y comunicar que se preocupan por lo que está pasando con el estudiante fuera de la escuela. Fuera de la escuela. Así que esta parte de la conversación tiene múltiples propósitos, en ese sentido. Además, el Sr. Santini ofrece apoyo explícito a la estudiante.
Al decir: “Oye, si alguna vez quieres hablar de ello, estoy aquí”, y también comunica apoyo preguntando, comprobando cómo se siente. “¿Cómo te encuentras ahora? Entiendo que te sientas así, un poco avergonzada”, y termina reafirmando a Nora y su papel en el aula y su pertenencia a ella. Los estudiantes necesitan ese sentimiento de pertenencia para prosperar. Creo que es un buen punto final para el Sr. Santini, y no siempre es fácil hacerlo.
Es muy razonable que un docente, incluso en este momento de la recuperación, sepa que tal vez no ha tenido suficiente tiempo para recuperarse y el estudiante sí. Y si es posible retrasar esta conversación hasta que ambos lo hayan hecho, aún mejor. Pero a veces tenemos que profundizar y encontrar esa empatía, aunque estemos razonablemente estresados por lo que ha pasado antes. Pero esta es realmente una situación en la que si podemos elevarnos por encima de nuestras propias emociones y tener esta conversación de apoyo que es clara, pero ayuda a reparar la relación. Solo tiene esa recompensa a largo plazo, aunque pueda ser duro a corto plazo, y a veces no es duro a corto plazo. Solo reconciliarse se siente bien.
Si las estrategias utilizadas en esta fase tienen éxito, el estudiante volverá a la Fase de calma. Primero, Kathleen Lane explica cómo un docente puede hablar con un estudiante y con la clase durante la Fase de recuperación. Luego, Pamela Glenn explica su proceso para la Fase de recuperación. Por último, la Dra. Gloria Campbell-Whatley habla de la importancia de utilizar prácticas restaurativas para apoyar a los estudiantes durante esta fase.
Kathleen Lane, PhD, BCBA-D
Professor
Departamento de Educación Especial
Vicerrectora Adjunta de Investigación
Universidad de Kansas
(tiempo: 3:39)
Gloria Campbell-Whatley, Ed.D.
Docente, educación especial
Universidad de Carolina del Norte, Charlotte
(tiempo: 1:41)
Transcripción: Kathleen Lane, PhD
Durante la fase de recuperación, por lo general, las escuelas tienen un parte informativo que les da la oportunidad de tener una estructura para recorrer este proceso de resolución de problemas con el estudiante, para echar un vistazo rápido a lo que acaba de suceder, lo que podría hacerse de manera diferente para que se pueda prevenir la próxima vez. Podemos considerar esto como una actividad de sesión informativa. Ahora bien, es de esperar que, cuando se sienten a hacer esa sesión informativa con el estudiante durante este tiempo, hayan tenido éxito en darle una actividad independiente que pudiera hacer, y que el resto de la clase esté de nuevo trabajando, porque no queremos que todos los ojos estén puestos en el estudiante. En ese momento, el docente puede volver a hablar con el estudiante y decirle: “Sé que eso fue muy incómodo y yo también me siento incómodo con lo que acaba de suceder. Pero ahora estamos en un momento en el que tenemos que hablarlo para poder hacer las cosas mejor la próxima vez”. Si no saben cuál fue el desencadenante, pueden decir algo como: “Me pareció que ni siquiera lo vi venir. Solo miré y te vi haciendo eso. ¿Puedes decirme qué pasó antes de eso?”. Básicamente, lo que hacen en ese momento es hablar con el estudiante para averiguar por qué ha ocurrido esto. ¿Qué preparó el terreno para que ocurriera? El objetivo no es culpar a nadie, sino aprender de ello para evitar que vuelva a ocurrir en el futuro. Puede ser algo tan simple como: “Cuando dio esa última respuesta en clase y dijo que estaba equivocado, me avergonzó totalmente delante de todos mis amigos y yo solo no tenía ganas de nada parecido. Y cuanto más pensaba en ello, más frustrado me sentía porque realmente sentí que me había llamado la atención delante de mis amigos”.
Puede que al docente se le pasara eso por alto y ni siquiera se diera cuenta de que decir “No, eso no está bien” era ofensivo para ese estudiante o era humillante de alguna manera. Con esta nueva información, el docente y el estudiante pueden elaborar un plan de acción. Puede ser tan sencillo como que el estudiante necesite más tiempo para pensar en las preguntas, de modo que tenga la oportunidad de dar con la respuesta correcta antes de tiempo.
Así que se le podría ocurrir algo como: “Mañana te voy a hacer una pregunta en nuestra sección de debate, y quiero que pienses en ello. Y si quieres compartir tus ideas con algunos de tus amigos o consultarme antes de que empiece la clase, estaré encantado de hacerlo”. O incluso podrían decir, en el transcurso de una conversación normal: “Oye, Jesse, voy a querer saber tu opinión sobre algo en solo un segundo, pero voy a adelantarme por aquí y consultarlo con Alexis para conocer su opinión primero”. Y esa pequeña interacción le da a Jesse la oportunidad de pensar por un par de segundos. “Muy bien, ella me va a hacer una pregunta y sé que esto va a estar bien”. Tener algo de autoconversación positiva. Para algunos estudiantes, es muy, muy duro [risas] recibir comentarios correctivos o que les digan que han hecho algo mal o que han dicho algo mal, y se siente mucho más personal de lo que se pretendía. Así que, para esos estudiantes, pueden acercarse y decirles: “Oye, sé que estás terminando tu actividad de escritura ahora mismo y voy a volver en un par de minutos, y luego vamos a corregir tu trabajo juntos, solo para revisar las mayúsculas y los puntos. Así que, si quieres, échale un vistazo rápido y vuelvo enseguida”.
Esto les hace saber que estoy a punto de darles mi opinión y les da la oportunidad de volver a revisar y estar preparados para escuchar lo que ustedes tienen que decir. Esencialmente, esta sesión informativa nos da la oportunidad de aprender lo que ha ido mal desde la perspectiva de ambas personas e idear un nuevo enfoque para avanzar la próxima vez. No se trata de culpar. Se trata de aprender.
Transcripción: Pamela Glenn
Mientras ese estudiante se toma un minuto, vuelvo con los demás. “¿Están todos bien? ¿Tienen alguna pregunta? ¿Tienen un compañero con el que puedan trabajar? Porque tengo que ir a ocuparme de esto ahora mismo. Siento mucho que esté pasando esto y bla, bla, bla. Están haciendo un gran trabajo. Me encanta cómo están teniendo paciencia con el compañero que necesita un poco de tiempo extra”. Así que se pondrán a trabajar. Y entonces volveré, y Johnny y yo tendremos un intercambio muy rápido: “¿Estás bien? ¿Qué necesitas? Ya sabes, tenemos que solucionar esto”. A veces puedes arreglarlo en el momento. Otras veces tienes que idear un plan a largo plazo porque todavía tienes una clase de estudiantes que están trabajando. Así que, si es algo que podemos arreglar rápidamente, “¿Estás bien para volver y seguir?”. Dependiendo de lo que les haya agitado, si pueden volver a juntarse con el grupo, lo hacemos. Si no, se sientan conmigo. Si no, y necesitan salir de la sala, entonces llamaré a un orientador o a alguien. No me gusta que un estudiante llegue a ese estado y luego se marche y haga la sesión informativa con otra persona, porque entonces tiene que explicarlo y puede que esa persona no lo conozca. Así que me gusta hacerlo yo misma, pero si solo necesitan un rato fuera de la sala, les doy esa opción. Y luego nos reuniremos. Entonces vamos a hablar de esto. Esa es una verdadera conversación personal. Para mí, el proceso de recuperación es… No quiero hacer esto muchas veces. La primera vez que lo hagamos, va a ser profundo y significativo. ¿Es probable que vuelva a ocurrir? ¿Qué podemos hacer para que no vuelva a ocurrir? Soy partidaria de escribir un plan. Tenemos algo que llamamos reflexión sobre el comportamiento. Voy a preguntarle, cuando se haya calmado: “¿Eres capaz de hablar de esto ahora? ¿Qué estaba pasando exactamente?”. Mi voz es suave. E baja. Estoy escuchando. Estoy reflexionando mucho. “Te oigo decir que el trabajo era difícil y que no lo entendías. Te oigo decir que fulanito te tocó o te quitó el lápiz y eso te enfadó. Te oigo decir…”. Así que hay mucho de eso sucediendo. Asume lo que hiciste. Hablamos mucho de eso. Lo estropeas, lo arreglas. Lo asumes. Lo estropeaste. Así que, “¿Qué hiciste mal?”. Y los oirá decir: “No debería haber tirado la silla”. Estarán muy arrepentidos. He tenido muy pocos estudiantes que hayan llegado a esa fase y hayan mirado y dicho: “Sí, lo hice. ¿Y ahora qué?”. Nunca he oído eso [risas]. Siempre ha sido: “No debería haber hecho eso”. ¿Qué podría haber pasado o qué pasó? “Tiré la silla y golpeó a mis amigos y no era mi intención”. “Vale, ¿y ahora cuáles son las repercusiones de eso?”. “Mi amigo resultó herido”. “Ahora, ¿qué tienes que hacer?” “Tengo que hacer lo correcto”. “¿Cómo vas a arreglarlo?”. Entonces escribiremos un plan: este fue el comportamiento, y esto es lo que hice. Entonces, la próxima vez que me sienta así, voy a… Y luego pondremos de 3 a 5 puntos. Y luego tengo una pequeña columna de lo que voy a hacer para ayudar a que esto suceda. Enviaré a casa una copia, los padres firmarán para decir: “Entiendo que esto ha sucedido. En casa, voy a reforzarlo”. Es algo entre el estudiante, los padres y yo. Nadie más lo ve.
Transcripción: Gloria Campbell-Whatley, EdD
Ahora, en la Fase de recuperación, la disciplina reparadora o la justicia reparadora son muy importantes. La justicia reparadora o la disciplina reparadora es una forma en la que puedes arreglar cualquier error que hayas cometido. Así que tienes la oportunidad de ver tu comportamiento, ver el comportamiento, y luego corregirlo. Y entonces empiezas a hablar de, vale, esto es algo que hiciste. No estuvo bien. Ahora, vamos a corregirlo. ¿Qué puedo hacer para corregirlo? Eso es muy diferente a: “Te suspendo, sal de la puerta, ve a suspensión en clase”. Ahí no hay reparación. Y esa reparación es importante para que el estudiante corrija esa falta. Así que te peleaste en la cafetería y tiraste algo de comida por aquí, así que vas a la cafetería y haces alguna tarea, limpias las mesas, barres o limpias. Sigues ahí, no te suspenden, sigues siendo parte de la clase. No te echan. Vas a arreglar lo que hiciste. Y entonces empiezas a manejar las cosas de otra manera cuando estás a punto de cometer una falta. Lo manejarás de otra manera porque lo arreglaste. Entonces sabes que hay otra manera de manejarlo. Funciona muy bien en la Fase de recuperación.
Permita que los estudiantes empiecen de cero después de la Fase de recuperación. Aunque puede resultar difícil seguir adelante, dar al estudiante la oportunidad de empezar de cero puede motivarlo a adoptar comportamientos más adecuados.
Completar la Fase de recuperación puede ser difícil. El docente debe lidiar no solo con el estudiante que se comporta mal, sino también con las emociones y expectativas de la clase. Además, el docente debe enfrentarse honestamente a sus propios errores y sentimientos en torno al incidente. El objetivo debe ser siempre crear un entorno de aprendizaje más sano.
Actividad
En el siguiente video, el Sr. Santini dirige una sesión informativa con Kai. Después de verlo, responda las siguientes preguntas. Puede escribir sus respuestas en el campo situado debajo del video. Sin embargo, este campo solo sirve para reflexionar; sus respuestas no se podrán descargar ni imprimir.
- ¿Cree que esta sesión informativa ha sido eficaz? Explique por qué sí o por qué no.
- Después de la sesión informativa con Kai, ¿cómo podría el Sr. Santini hablar con la clase?
Transcripción: Fase de recuperación
Maestro: Kai. Veamos lo que pasó antes. ¿De acuerdo?
Kai: Claro.
Maestro: Voy a usar este formulario como guía para nuestra conversación. [toca el parte informativo del comportamiento]
Kai: Claro.
Maestro: [toma el parte informativo del comportamiento] De acuerdo. Te vi enfadarte y salir corriendo de la clase. ¿Puedes contarme lo que pasó desde tu perspectiva?
Kai: Sabía que me iba a tocar a mí. No sé leer todas las palabras y todo el mundo lo sabe.
Maestro: Ya veo. Así que ya estabas enfadado antes de empezar y luego, cuando te tocó el turno, te encontraste con una palabra difícil. ¿Qué hiciste para lidiar con todo eso?
Kai: No lo sé. Me enfadé y salí corriendo.
Maestro: Sí. ¿Cómo te fue con eso?
Kai: Mal. Ahora me veo mal en todos los sentidos.
Maestro: Entiendo perfectamente que te sientas así, pero creo que les caes bien a tus compañeros y te aprecian, y no tienes por qué preocuparte. Pero, ¿hay alguna otra cosa que podrías intentar la próxima vez y que podría funcionar mejor?
Kai: ¿Puedo saltarme mi turno?
Maestro: Es una gran idea. Entonces, la próxima vez podemos ponernos de acuerdo en que, si llegas a una palabra que no sabes, pasas el turno a otra persona. ¿De acuerdo?
Kai: De acuerdo.
Maestro: También puedes pedir ayuda. No hay vergüenza en eso. También intentaré darte algo de tiempo para que mires los pasajes con antelación, si quieres. ¿De acuerdo? Quizá podríamos practicar la primera frase y hacer que empieces la actividad de las palomitas las siguientes veces.
Kai: Me gustaría.
Maestro: Umm. Quiero que intentes escribir estas estrategias. Puedes escribir “Pedir ayuda al maestro y luego seguir desde ahí”. De acuerdo. [coloca el parte informativo del comportamiento de nuevo frente a Kai]
Kai: De acuerdo.
Maestro: Puedes avisarme si necesitas ayuda.
Kai: Ya terminé. [le entrega el parte informativo del comportamiento al maestro]
Maestro: Muy bien, Kai. Buen trabajo escribiendo las estrategias que hemos identificado. Una cosa más que tenemos que hablar. Cada vez que un estudiante muestra cualquier comportamiento inseguro en el aula, como salir sin permiso, el docente tiene que llamar a casa y emitir una remisión de la dirección. Solo quiero asegurarme de que lo sepas para que no sea una sorpresa. ¿Tienes alguna pregunta al respecto?
Kai: No, pero mi mamá se va a enojar.
Maestro: Voy a hacer todo lo posible para que tu mamá entienda que todo esto forma parte del proceso y que estás aprendiendo a cumplir con tus necesidades. ¿De acuerdo? Así que no se preocupe por eso.
Kai: Gracias.
Maestro: Genial. ¿Y qué te parece si hacemos algo de tiempo extra para practicar la lectura?
Kai: Me gustaría.
Maestro: Eso suena estupendo. Voy a hablar con tu mamá sobre eso también. Muchas gracias por tener esta conversación. Creo que hiciste un gran trabajo, y estoy muy feliz de que estés en mi clase.
Kai: Gracias, Sr. S.
Ahora que ha podido reflexionar, escuche los comentarios de Johanna Staubitz (tiempo: 1:20).
Johanna Staubitz, PhD, BCBA-D
Profesora adjunta
Departamento de Educación Especial
Universidad de Vanderbilt
Transcripción: Johanna Staubitz
La sesión informativa que mantuvieron el Sr. Santini y Kai fue eficaz. Durante ese tiempo, Kai pudo identificar qué fue lo que pasó y comunicar que entendía sus errores, o que su comportamiento era inapropiado e inseguro. No solo el Sr. Santini, a través de esa conversación, ayudó a Kai a desarrollar las habilidades para detectar los desencadenantes y también para discriminar si su comportamiento se ajustaba a las expectativas de la clase, sino que también desarrollaron algunas posibles soluciones, como tomar un pase o saltarse su turno o adelantarse a los pasajes, para que pudiera estar preparado para leerlos. Se les ocurrieron algunas formas de colaborar un poco para que ese tipo de actividad fuera mejor en el futuro.
Ahora, al hablar con la clase, esto normalmente ocurriría sin Kai presente y el Sr. Santini debería discutir lo que pasó, lo que hizo Kai, y permitir a los estudiantes compartir, sin presionarlos, pero permitirles compartir sus sentimientos sobre la situación, si así lo desean, y responder a las preguntas que tengan. Además, el Sr. Santini debe reconocer que la situación fue aterradora o confusa; sin embargo, realmente comunicar claramente la importancia de dar la bienvenida a Kai de nuevo a la clase después de que se haya calmado y vuelto a entrar, y asegurarse de que sabe que pertenece a la clase.