Transcripción: Lisa Sanetti, PhD
Lisa Sanetti discute por qué los educadores tienen, a menudo, dificultades implementando una práctica o un programa con fidelidad (tiempo: 1:55).
Hay varias amenazas a la fidelidad a lo largo del tiempo. Lo que vemos a veces es que los educadores llegan a un punto en el que están implementando una práctica basada en evidencia de manera bastante fluida y consistente, pero que con el paso del tiempo se desvían de verdaderamente implementar un plan o intervención exactamente tal y como estos fueron diseñados. A lo mejor empiezan a abandonar algunos componentes o a adaptar algunos componentes, y es verdaderamente importante tomar nota de esas desviaciones y adaptaciones. Y lo que es muy importante es no dar por sentado que van a tener resultados negativos, porque quizá los tengan, pero quizá no. Tenemos que estar prestando atención a ellos para asegurarnos que aún se están implementando los componentes esenciales de la intervención. Y si se hiciesen pequeñas adaptaciones para ajustarlos al aula, algunas adaptaciones superficiales, entonces quizá eso sea apropiado y facilite una implementación prolongada. Pero si comenzamos a desviarnos de o adaptar gran parte de los componentes esenciales, alejándonos de implementar la práctica a diario y hacerlo dos veces a la semana o reduciendo la implementación de 50 a 30 minutos, sabemos que lo más probable es que dejemos de obtener el nivel de progreso en los estudiantes que obtendríamos si la intervención fuese implementada con un mayor nivel de fidelidad.
Otra área donde vemos otra importante amenaza a la fidelidad es cuando, por alguna razón, un educador deja de implementar la práctica, y puede que haya muy buenas razones para hacerlo. A veces, estamos implementando una intervención con un estudiante y después el estudiante se ausenta de las clases durante un periodo largo. Y lo que podemos ver es que a veces a los maestros les cuesta empezar a implementar la práctica de nuevo cuando el estudiante vuelve.