¿Cómo pueden los educadores reconocer e intervenir cuando el comportamiento del estudiante se intensifica?

Transcripción: Fase de distensión

Maestra: Clase, sigan trabajando mientras hablo con la Dra. Wheby.

[La Sra. Harris abre la puerta para que la Dra. Wheby y Ava entren al aula].

Maestra: Hola.

Dra. Wheby: Ava y yo acabamos de dar un paseo para calmarnos. Ha rellenado su parte informativo. Creo que está lista para volver a trabajar. También hablé con el Dr. Thouman. Él sabe que ella va a llegar tarde a su clase. Así que tendrás tiempo para hablar con ella después de esta clase.

Maestra: Fantástico.

Dra. Wheby: ¿Tienes algo que quieras decir?

Ava: Siento cómo actué.

Maestra: Te lo agradezco. Podemos hablar más tarde de lo que ha pasado. Adelante, toma una tableta nueva y siéntate. Y si tienes alguna pregunta, levanta la mano. ¿De acuerdo?

Ava: Muy bien.

Maestra: De nada. Gracias.

Dra. Wheby: Gracias.

[Ava se sienta en su escritorio con una nueva tableta].

[Comentario de Johanna Staubitz]

En este video, la directora devuelve a Ava al aula, y la Sra. Harris, Ava y la directora se ponen al día sobre algunos aspectos logísticos, como que Ava haya rellenado el parte informativo, cuándo tendrán ella y la Sra. Harris la oportunidad de hablar sobre el incidente, y finalmente Ava, a instancias de la directora, se disculpa con la Sra. Harris. Esa es una señal de que ha entrado en la Fase de distensión y ya no está en el pico. Eso y que no está gritando, maldiciendo y huyendo. Está allí, así que está tratando de reparar. También parece bastante retraída, lo que es muy normal y un signo de distensión tras un pico de comportamiento. Lo que sucede a continuación es que la Sra. Harris le pide a Ava que vuelva a su trabajo, lo cual es una muy buena idea, dadas las circunstancias. Recuerde que el trabajo, el problema con el trabajo, la actividad original, investigar sobre el personaje histórico y escribir sobre él, no era un desafío para Ava. Ese no era el problema. No es que el trabajo fuera demasiado difícil. Era el contraste entre la actividad anterior, ganar el juego, y la situación de falta de atención del trabajo independiente. Así que esa transición ya pasó hace tiempo. Creo que Ava ha tenido tiempo de adaptarse, así que tiene sentido que la Sra. Harris le pida que retome la tarea que estaba en marcha cuando Ava abandonó el aula. Y, además, probablemente sea mejor para una estudiante como Ava, que es tan sensible a lo que piensan sus compañeros, y después de un incidente como este, en el que destacó tanto de una manera que probablemente no le hace sentir bien, que haga lo mismo que sus compañeros para ayudar a restaurar su sentido de dignidad y pertenencia.

Transcripción: Kathleen Lane, PhD, BCBA-D

La mayoría de las veces, durante esta fase de distensión, el estudiante no va a querer hablar de lo que acaba de pasar. Y la mayoría de las veces los docentes [risas] tampoco quieren hablar de ello porque les preocupa que el estudiante vuelva a reaccionar. Lo bueno es que, en esta fase concreta, los estudiantes suelen ser muy receptivos a las indicaciones. Así que tenemos que encontrar una manera de darles una forma de salir de esta situación con un poco de dignidad. A menudo, los docentes hacen esto dejando que el estudiante se siente en una zona diferente del aula, no en una zona de tiempo de pausa, sino en un espacio separado donde normalmente se dictan las clases. Entonces se le puede dar una actividad independiente que esté a su nivel de enseñanza. Puede ser una hoja de ejercicios. Puede ser escribir un diario. Puedes darles un estímulo del tipo: “Adelante, escribe lo que ha pasado”. Pero tiene que ser breve. Tiene que ser algo que puedan hacer de forma independiente y con éxito. Y esto les aparta de toda la atención que están recibiendo de otros estudiantes en el aula. Como docente, esto te da un par de minutos, no demasiados, solo dos o tres, para que los demás vuelvan a centrarse en la enseñanza. Así es como mantenemos la enseñanza en movimiento, para que puedan darle al estudiante que acaba de tener ese gran desafío la oportunidad de calmarse, volver a centrarse, y luego podemos volver a acercarnos al estudiante, en la siguiente etapa.

Transcripción: Janel Brown

En esa fase de distensión, no hay que lanzarse a intentar tener esa conversación con el estudiante. Porque nueve de cada diez veces, no lo van a hacer. Lo que puedes hacer es darles una tarea que sea menos estresante. A veces los niños pueden poner en papel lo que no pueden decir con palabras. Deles un lápiz y una hoja de papel. Pueden dibujar sus emociones en el papel y escribir sobre ellas. Una vez que lo hayan hecho, “Vale, veo que has escrito esto. Has hecho este dibujo. ¿Podrías explicarme qué está pasando? ¿Podrías ayudarme a entender lo que has querido decir con esto y con lo que has escrito?”. Así es como hay que iniciar poco a poco la conversación con los estudiantes. Hay que permitirles que se apropien de lo que ha pasado, por qué ha pasado y, la próxima vez, cuando sienta que esto va a volver a pasar, ¿qué puedo hacer de forma diferente para manejar el problema? Después de que se hagan responsables, por ejemplo, el niño que tiró los clavos, las tijeras, hemos tenido estanterías volcadas con libros por todo el suelo. Así que una vez que han bajado del pico y tal vez usted ha tenido una pequeña discusión sobre lo que pasó, lo que podría hacerse, tienen que ir y arreglarlo. “No has tenido ayuda para tirar esto, así que no tendrás ayuda para recogerlo. ¿Lo comprendes?”. Eso es solo una parte de todo el proceso. Nadie va a limpiar tu desorden, si vuelcas un escritorio, vas a tener que recogerlo. Si vuelcas sillas, vas a recogerlas. Es solo responsabilizarse de lo que han hecho y de lo que son responsables. No puedes hacerlo por ellos. Tienen que hacerlo ellos.