como padre, ¿cuál es mi papel, y qué puedo hacer para apoyar mejor la educación de mi hijo(a)?
Página 5: ¿Cómo puedo apoyar a mi hijo(a) con la lectura?
Quizás en su caso su hijo(a) recibe instrucción de lectura en línea o en la escuela, pero se espera que practique lo que ha aprendido en casa. Quizás la escuela de su hijo(a) ha enviado trabajo a la casa. De cualquier manera, su deber es simplemente apoyar la instrucción.
Pero esto no tiene que ser difícil. A continuación se presentan algunos consejos rápidos y fáciles que puede usar para que su hijo(a) lea. Estos consejos pueden ser útiles para todos los niños, incluidos a los que no les gusta leer o los que tienen dificultades con la lectura.
Ponga a su hijo(a) a leer un poco todos los días. Se recomienda que los niños lean durante unos 30 minutos todos los días. Esto puede ser menos para los niños más pequeños o para los que tienen dificultades para leer. Puede ser más para los que les gusta leer.
Permita que su hijo(a) escuche libros grabados. Escuchar libros grabados también ayuda a su hijo(a) a aprender nuevas palabras, aumenta sus conocimientos, y le ayuda a entender lo que escucha. Las opciones pueden ser audiolibros, niños que se leen el uno al otro, y vídeos de lectura en línea por autores de libros infantiles o actores.
Piense en las opciones de lectura. Hay muchas opciones de lectura para elegir: Además de libros, hay cuentos, poemas, novelas gráficas, revistas, artículos en línea, y hasta recetas de cocina. ¡Sea creativo!
Integre la lectura a las actividades cotidianas. Aproveche oportunidades para leer durante el día. Por ejemplo, puede leer instrucciones para proyectos o correos electrónicos y mensajes de texto de familiares o maestros.
Apoyar el aprendizaje en casa
Aunque esta página se concentra en la lectura, también puede considerar cómo:
- Preparar a su hijo(a) para el aprendizaje. Para obtener información sobre cómo preparar a su hijo(a) para el aprendizaje, consulte la página 2.
- Establecer rutinas y expectativas de conducta. Para más información acerca de cómo hacer esto, consulte la página 3.
- Averiguar lo que su hijo(a) debe estar aprendiendo. Para más información acerca de cómo averiguar lo que su hijo(a) debe estar aprendiendo, consulte la página 4.
- Equilibrar el aprendizaje con las necesidades sociales y emocionales. Para más información acerca de cómo apoyar socialmente y emocionalmente a su hijo(a), consulte la página 7.
Por supuesto, apoyar a su hijo(a) con la lectura también puede crear algunos retos. Pero no tema. Repasaremos algunos de los retos más comunes a continuación.
Es importante recordar que los niños desarrollan en diferentes etapas, incluido la forma en que aprenden a leer. Solo porque a su hijo(a) no le gusta leer o le resulta difícil, no significa que no se está esforzando o se niega a aprender. Sencillamente puede ser que necesite otros tipos de apoyo. Las siguientes son algunas de las cosas que puede hacer para apoyar a su hijo(a) con la lectura.
Sea positivo y alentador. ¡La lectura no es fácil! Piense en todas las palabras que nosotros, como adultos, sencillamente sabemos. Leer bien requiere tiempo y práctica. A medida que su hijo(a) crea sus bases de lectura, es importante elogiarlo(a) por esforzarse y dar lo mejor de sí.
Divida los períodos de lectura en secciones más cortas. En lugar de leer durante 30 minutos seguidos, divida el tiempo de lectura en dos períodos de 15 minutos. Esto puede ser útil para los niños más pequeños, los niños con dificultades de lectura, o los que tienen problemas para concentrarse durante largos períodos de tiempo.
Sugiera a su hijo(a) que se tome un descanso. Una vez que el niño se frustra durante una actividad de lectura, es más probable que cometa errores. Por lo general, un breve descanso le ayudará.
Elija un libro que le interese a su hijo(a). Desde cuentos de hadas hasta novelas sobre el paso a la adultez, hay libros para todos los niños. Una excelente manera de apoyar los intereses de su hijo(a) es dejarle elegir un libro que le interese, y así mejorar su vocabulario y lograr que se entusiasme con la lectura. Solo debe asegurarse de que el libro que su hijo(a) elija esté acorde a su nivel de lectura.
Se valen las tonterías. Si su hijo(a) se frustra durante una actividad de lectura, intente cambiar el ánimo. Lea una oración con él/ella en voz alta en un tono de voz chistoso. Pídale que lea tan alto como un oso o tan bajo como un ratón. Agregar una variante chistosa puede ayudar a un lector reacio a darse cuenta de que leer puede ser divertido.
Aprender a leer es una travesía emocionante. Respire profundo y recuerde, no tiene que ser un experto para apoyar exitosamente a su hijo mientras aprende a leer. Las siguientes son algunas de las cosas que puede hacer para apoyar a su hijo(a) con sus primeras etapas de lectura.
Diviértase con la fonética. Como lector principiante, su hijo(a) aprenderá que las letras y los grupos de letras hacen sonidos. Para practicar, señale una letra y pregunte a su hijo(a), ¿“Qué sonido hace esta letra”? La letra S hace “sss” como sol; M hace “mmm” como mamá. A medida que su hijo(a) aprende nuevos sonidos de las letras, intente inventar actividades divertidas para practicar y que le entusiasme aprender más. Para ver un vídeo sobre cómo practicar creativamente la fonética con su hijo(a), haga clic aquí.
Ejemplo: Señale la letra M y pida a su hijo(a) pensar en palabras que comienzan con el sonido “mmm”. Quizás su hijo(a) diga mamá o moneda. ¡Excelente! También puede pedirle que busque objetos en la casa que comiencen con el sonido “mmm”. Esta práctica puede ser especialmente útil cuando se trabaja en los sonidos que más difícil le resultan a su hijo(a).
Juegue con las palabras. Una manera en que los niños de preescolar y de kindergarten se pueden preparar para leer es identificar palabras, rimas y sonidos que escuchan en el habla cotidiana y durante la lectura. Para más ideas sobre cómo jugar con las palabras, haga clic aquí.
Ejemplo: Cuando lea un libro que contiene palabras que riman, pida a su hijo(a) identificar las rimas y pensar en otras palabras que riman con esas palabras.
Pronuncie cada sonido de las palabras. Pronunciar cada sonido de las palabras (también conocido como descodificar) permite a su hijo(a) leer palabras desconocidas. Es posible que haya memorizado palabras simples como el o es, pero a medida que aprenda nuevos sonidos de las letras, puede pronunciar cada sonido de palabras nuevas. Esto requiere mucha práctica, paciencia y estímulo. Para más actividades para ayudar a su hijo(a) a pronunciar cada sonido de las palabras, haga clic aquí.
Ejemplo: Si su hijo(a) tiene dificultades con la palabra mío señale la palabra. Pídale que pronuncie cada sonido, “mmm” “ííí” “ooo”. Ahora pídale que lo diga rápido. Mío.
Hable sobre el libro. A medida que le lea un cuento a su hijo(a), hágale preguntas al respecto y escuche las respuestas de su hijo(a). Si el libro tiene imágenes, pídale a su hijo(a) identificar los objetos y elementos en las imágenes. Para más información sobre cómo hablar sobre un libro, haga clic aquí.
Ejemplo: Imagínese que usted y su hijo(a) están leyendo un libro acerca de una familia. En una página con la imagen de una mujer, pregunte, “¿Qué es esto?” mientras señala hacia la mujer. El niño dice, “mamá”, usted le sigue con “correcto. Esta es la madre. ¿Puedes decir madre?”
Los niños que leen muy despacio es posible que sea porque se concentren tanto en descifrar las palabras que no entienden lo que leen. La meta es lograr que lea más rápido y con menos errores (conocido como fluidez). Estas son algunas de las cosas que puede hacer para ayudar.
Siéntese con su hijo(a) a leer. Léale una oración o un párrafo en voz alta a su hijo(a). Esto propicia un ejemplo de buena lectura. Luego pídale a su hijo(a) que lea la misma frase o párrafo. Para ideas sobre cómo sentarse a leer con su hijo(a), haga clic aquí.
Asegúrese de que el libro no sea demasiado difícil. Use pasajes más fáciles para practicar la lectura. Esto ayudará a que su hijo(a) no se sienta frustrado. Su hijo(a) puede leer pasajes más difíciles a medida que se convierta en un mejor lector.
Aliente a su hijo(a) a practicar. Pídale a su hijo que lea un breve pasaje o párrafo más de una vez, pero no más de tres o cuatro veces. Por supuesto, esto depende de la edad de su hijo(a). Esto propicia práctica a su hijo(a), mientras más lee, más mejora. ¡La práctica hace al maestro!
Pida a su hijo(a) señalar palabras a medida que lea. Si su hijo(a) comete muchos errores, a veces es algo tan sencillo como haber perdido por dónde iba. Aliente a su hijo(a) a que señale las palabras a medida que lee, especialmente si está leyendo un nuevo libro u oración.
Ayude con las palabras difíciles. Si a su hijo(a) se le dificulta una palabra, ayúdele a pronunciar los sonidos de la palabra o dígale la palabra.
Pregunte. Es posible que su hijo(a) lea incorrectamente una palabra debido a un simple error. Si comete un error mientras lee, hágale preguntas como “¿Qué dice esa palabra?” o “¿Eso tiene sentido?”. Los lectores principiantes a menudo cometen errores sencillos a medida que leen. Si usted entiende dónde es que cometió el error, usted le puede ayudar. Para ver un padre hacer preguntas a su hijo(a) mientras lee, haga clic aquí.
Solo porque un niño lee bastante bien, eso no significa que entiende lo que está leyendo. A continuación ofrecemos algunas actividades que le ayudarán.
Relate o resuma un cuento. Después de leer un cuento, pídale a su hijo(a) que le cuente el cuento a usted. También puede pedirle que resuma el cuento, lo cual es simplemente contarle una versión abreviada del mismo. Para que sea divertido, pida a su hijo(a) que relate o resuma el cuento a un hermano o hermana, mascota o incluso a un peluche. Cuando vuela a relatar el cuento, asegúrese de que su hijo(a) identifica los personajes, escenarios y la secuencia de eventos. Haga clic aquí para más información para ayudar a su hijo(a) a relatar un cuento. Al resumir un cuento, asegúrese de que su hijo(a) identifica las ideas principales y los detalles secundarios. Para ver un padre ayudar a su hijo(a) resumir un cuento, haga clic aquí.
Lea con un compañero. Usted y su hijo(a) pueden turnarse para leer un breve texto en voz alta, debatir y responder preguntas sobre el texto a medida que avanza. Para más información sobre la lectura con un compañero, haga clic aquí.
Pregunte y conteste preguntas. Aliente a su hijo(a) a preguntar y contestar sus propias preguntas sobre un texto que acaba de leer. Haga clic aquí para obtener más información sobre preguntar y responder preguntas.
Aprenda nuevas palabras. Si su hijo(a) no conoce el significado de palabras importantes en un texto, puede tener dificultades para entender lo que lee. Haga clic aquí para ver un padre ayudar a su hijo con nuevas palabras a medida que lee.
Identifique la idea principal. Pida a su hijo(a) que pare después de uno o dos párrafos y pídale que le explique la idea principal de lo leído. Para más información sobre cómo identificar la idea principal, haga clic aquí.
Recursos útiles de lectura
Para más ideas sobre cómo ayudar con la lectura, consulte los siguientes recursos.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo(a) adolescente con sus destrezas de lectura en diferentes temas?. Creado por REL Pacific, este breve y práctico documento ofrece tres estrategias concisas y claramente descritas para el desarrollo del vocabulario, la motivación en lectura, y debates más profundos de los textos del área de contenido.
Apoyar a su hijo(a) con la lectura en casa. Estos recursos, creados por el Institute of Education Sciences/REL Southeast (Instituto de Ciencias de la Educación/Laboratorio Regional de Educación Sureste), ofrecen actividades y videos con información sobre cómo las familias pueden apoyar a los niños con la lectura. Estas actividades se pueden usar con niños desde kindergarten hasta el 2º grado.
Sugerencias para apoyar con las destrezas de lectura en casa. Este documento creado por el Institute of Education Sciences (Instituto de Ciencias de la Educación) y disponible gracias a What Works Clearinghouse (Central de Información Lo que funciona) ofrece cuatro consejos para ayudar con la lectura en casa. Estos consejos se pueden usar con niños desde kindergarten hasta el 3º grado.