¿Cómo pueden los profesores elaborar un plan de manejo de la conducta en el salón de clases?

Transcripción: Michael Rosenberg, PhD

En su mayor parte, los estudiantes, cuando muestran conductas disruptivas, tienden a mostrar pequeñas acciones para llamar la atención. Cuando un estudiante tiene una mala conducta bastante grave, una que amenaza a sí mismo o a otros estudiantes, es muy útil tener un plan para casos de crisis de conductas. En muchos casos, estos planes para pasos de crisis de conductas implican tener una serie preseleccionada de acciones de lo que se va a hacer si un estudiante tiene un tipo de crisis de acción, como arrojar un objeto peligroso, saltar sobre los escritorios o algo similar. Alguno de estas podría ser una señal de que uno tendría que ir a buscar el apoyo de otras personas en el establecimiento. Otra acción podría ser despejar el salón, donde todos los demás estudiantes saben que deben irse del salón para mantener la seguridad de todos los involucrados.

Transcripción: KaMalcris Cottrell

Es fundamental tener un plan para pasos de crisis, porque va a suceder. Entonces, si tenemos implementado un plan, todos estarán en sintonía durante la crisis, ya que, por lo general, no hay mucho tiempo para comunicarse en dicha situación. Lo más importante es la seguridad del estudiante y la seguridad del personal que estará interactuando con el estudiante. Es importante saber quién va a estar a la cabeza cuando se trata de esta crisis. Muchas veces, si hay varios adultos hablando con un estudiante que ya ha está fuera de control, esto no funciona. No lo reciben bien. Están en un punto en el que incluso un adulto que les habla no siempre es bien recibido. Así que creo que es primordial saber quién estará a la cabeza, quién será el orador. Creo que también es importante tener un lugar donde el estudiante pueda ir a calmarse, un espacio seguro dentro de la escuela al que se pueda caminar. Por lo general, si un estudiante está en un estado exaltado, use declaraciones breves y directas: “Por favor, sígueme. ¿Podemos ir por este pasillo?”, y luego dele tiempo para procesar todo. Por supuesto, todo siempre depende del nivel de la situación, pero por lo general están dispuestos a salir de la situación para irse a otro lado, y eso es lo que les está permitiendo hacer.

Así que mientras tenga ese espacio seguro para calmarse sería ideal. El profesor debería tener la oportunidad de decir lo que sucedió, pero no frente a ese estudiante y, con suerte, tampoco frente a su salón de clases. El informe debe hacerse lejos del estudiante. Entonces, sería ideal contar con alguien dentro de ese equipo de respuesta que pueda quedarse con su clase, en caso de que sea realmente importante entregar el mensaje de inmediato. Si puede esperar hasta el final del día, también sería maravilloso. Pero esa información no se debe dar frente al salón de clases o frente al estudiante que estaba en crisis. Dentro del salón de clases para calmar al estudiante, es importante dejar que el niño pase por todo el ciclo. No puede explicarle cuándo está en el punto auge de su crisis. Es importante dejar que se calme para que la intensidad emocional y física haya disminuido. Esto puede manifestarse mediante el llanto. Podría ser que esté muy aletargado, incluso hasta el punto de quedarse dormido. Pero creo que es primordial dejar que se lleve a cabo ese proceso y luego volver a revisarlo antes de que hagamos nuestras prácticas restaurativas para que pueda abordar lo que sucedió, por qué sucedió, qué hacer la próxima vez, cómo lo hacemos y a quién debemos disculparnos. Entonces, dentro de los marcos del ciclo de crisis/calma, dejamos que eso suceda y luego podemos hablar con el estudiante. De nuevo, debe ser en un entorno individual o de grupos pequeños para no abrumar al estudiante.