Manejo de la conducta en el salón de clases (Parte 2, Primaria): Elaborar un plan de manejo de la conducta
Resumen
¡Felicitaciones! Ha elaborado un plan integral de manejo de la conducta en el salón de clases. Como ya sabe, elaborar un plan requiere tiempo y una consideración detenida. Debido a esto, es importante hacer el esfuerzo de abordar el manejo del salón de clases antes de que comience el año escolar.
Recuerde, elaborar un plan de manejo del salón de clases requiere mucho más que la creación de reglas y procedimientos. Para crear un plan eficaz, los profesores también necesitan:
- Comprender cómo las creencias culturales influyen en las conductas y acciones, tanto de los estudiantes como de los profesores
- Considerar las normas y prácticas culturales de los estudiantes al elaborar todos los componentes del plan
Un plan de manejo del salón de clases debe ser reflexivo, intencional y contener los componentes básicos que se describen en la tabla a continuación.
Componentes principales | Lecciones |
Declaración de propósito | Una declaración de propósito es una declaración positiva que guía las metas, decisiones y actividades en el salón de clases. Sienta las bases para el plan de manejo del salón de clases. |
Reglas | Las reglas establecen explícitamente las expectativas sobre cómo deben comportarse los estudiantes en el salón de clases. Las reglas claras y coherentes sirven como un recordatorio para motivar a los estudiantes a comportarse como se espera y eventualmente controlar su propia conducta. |
Procedimientos | Los procedimientos describen los pasos necesarios para completar con éxito las rutinas o actividades diarias. La elaboración y la enseñanza de procedimientos es fundamental para la creación de un entorno de salón de clases tranquilo y coherente que maximice el aprendizaje y minimice las conductas disruptivas. |
Consecuencias | Las consecuencias positivas son un medio por el cual los profesores reconocen a los estudiantes que siguen las reglas y procedimientos del salón de clases. Estas consecuencias fomentan las conductas deseadas y, a su vez, disminuyen o eliminan las no deseadas. |
Las consecuencias negativas intentan disminuir la probabilidad de que ocurra una conducta no deseada en el futuro. Estas consecuencias deben administrarse en una jerarquía de consecuencias desde la menos intrusiva (p. ej., recordatorio de reglas) hasta la más intrusiva (p. ej., envíos a la dirección). | |
Plan para casos de crisis | Un plan de crisis describe los pasos necesarios para abordar problemas graves de conductas. Esto permite a los profesores responder de manera eficaz y controlar las situaciones de crisis. |
Plan de acción | Un plan de acción describe qué se debe hacer, cómo se hará y cuándo se logrará. Al crear medidas de acción, los profesores pueden implementar con eficacia su plan de manejo de la conducta en el salón de clases. |
Escuche a Michael Rosenberg ofrecer una descripción general de estos componentes.
Michael Rosenberg, PhD
Profesor, Educación Especial, SUNY New Paltz
Profesor Emérito, Johns Hopkins University
(tiempo: 5:26)
Transcripción: Michael Rosenberg, PhD
Un plan de manejo de la conducta debe incluir una serie de componentes explícitos para ser eficaz. Debemos comenzar con una declaración de propósito o una declaración de misión, y esta es una declaración breve y positiva que transmite a todas las partes interesadas (padres, estudiantes, personal de servicio relacionado) por qué los diversos componentes del plan son necesarios. Lo que esperamos es que esta declaración sea enfocada, directa, realmente entendida con claridad por todos los involucrados y libre de jerga educativa. Asimismo, esperamos que sea inspiradora, que la gente vea esta declaración como importante ya que conduce a un resultado positivo.
Las reglas son declaraciones explícitas de las expectativas para el salón de clases. Al elaborar estas reglas del salón de clases, queremos que los profesores las limiten a cuatro o cinco, no una gran cantidad, y se aseguren de que se establezcan de manera positiva, que usen términos simples y específicos, que sean observables y medibles, y que transmitan la conducta esperada a los estudiantes. Deben ser claras, y los estudiantes deben entenderlas. En muchos casos, instamos a los profesores a modelar esas conductas que transmiten las normas.
Los procedimientos son cómo los profesores esperan que los estudiantes realicen ciertas rutinas en el salón de clases. Es una descripción de los pasos para completar con éxito cosas como caminar por el pasillo, ir a la cafetería, responder ante los simulacros de incendio. Pero al considerar la elaboración de procedimientos, los profesores deben decidir por qué se necesita el procedimiento, en qué situaciones se necesita el procedimiento, cuándo se necesita el procedimiento y, lo que es más importante, cómo se elabora el procedimiento, específicamente paso a paso, cómo queremos que se comporten los estudiantes en esta situación.
Las consecuencias son las acciones aplicadas por los profesores cuando los estudiantes se comportan de forma apropiada o inapropiada. Es muy importante que cuando los estudiantes sigan reglas o procedimientos, los profesores apliquen una consecuencia positiva. Esta consecuencia positiva, según esperamos, reforzará el cumplimiento de dicha regla. Por el contrario, cuando los estudiantes eligen no seguir la regla o infringen una regla o procedimiento, el profesor debe aplicar una consecuencia negativa. Lo que esperamos es que la consecuencia negativa disminuya la probabilidad de que los estudiantes se involucren en la infracción de esa regla en el futuro. Ahora bien, lo más importante de las consecuencias es que se apliquen con coherencia. Si nos falta esta coherencia, los estudiantes no sabrán exactamente cómo comportarse. Y en un entorno poco coherente, la conducta de los estudiantes tiende a ir y tomar el camino de menor resistencia y vemos muchos casos de problemas de conducta.
Cuando un estudiante tiene una mala conducta bastante grave, una que amenaza a sí mismo o a otros estudiantes, es muy útil tener un plan para casos de crisis de conductas. En muchos casos, estos planes para pasos de crisis de conductas implican tener una serie preseleccionada de acciones de lo que se va a hacer si un estudiante realiza una acción de tipo crítico, como arrojar un objeto peligroso, saltar sobre los escritorios o algo similar.
Por último, un plan eficaz de manejo del salón de clases debe tener un plan de acción. Este es un método para implementar todos los elementos del plan integral. Piense en ello como un conjunto de herramientas de formularios y apoyos que uno puede usar para asegurarse de que los planes que se elaboran realmente sucedan. Los elementos de este plan de acción incluyen: ¿Cómo vamos a enseñar el plan integral a los estudiantes? ¿Cómo vamos a compartir el plan con el resto del personal o colegas? ¿Cómo vamos a difundir este plan a los padres? Una cosa que a menudo se pasa por alto es cómo vamos a revisar los elementos de este plan en el futuro para garantizar el mantenimiento del éxito del plan integral.
Repaso de las ideas iniciales
Piense en sus respuestas a las preguntas de las Ideas iniciales al comienzo de este módulo. Después de trabajar en las Perspectivas y Recursos, ¿sigue estando de acuerdo con esas respuestas? Si no, ¿qué aspectos cambiaría?
¿Qué deben entender los profesores acerca del manejo eficaz de la conducta en el salón de clases?
¿Cómo pueden los profesores elaborar un plan de manejo de la conducta en el salón de clases?
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