¿Qué deben entender los profesores acerca del manejo eficaz de la conducta en el salón de clases?
Página 2: Consideraciones culturales y la conducta
Cultura es una palabra que usamos para describir en general cualquiera de las prácticas, creencias y normas características de una sociedad, grupo o lugar en particular. Cuando las prácticas culturales implican características fácilmente observables tales como la ropa que las personas usan, la comida que comen, los idiomas que hablan, y las fiestas y tradiciones que celebran, a menudo nos referimos a estas prácticas como visibles. Sin embargo, muchas prácticas culturales son más sutiles: las relaciones interpersonales de las personas, los valores familiares, los roles y obligaciones familiares, las interacciones entre compañeros y miembros de la comunidad, y las creencias sobre el poder y la autoridad. Es importante que los profesores entiendan que la cultura puede:
- Influir en la conducta tanto de los profesores como de los estudiantes
- Influir en las conductas y acciones que ocurren diariamente en el entorno del salón de clases
- Afectar las interacciones entre profesores y estudiantes
- Afectar el grado en que los profesores pueden manejar la conducta
Para su información
Raza no es sinónimo de cultura. Sin embargo, la identidad racial es el producto de contextos sociales, históricos y políticos, y por lo tanto las identidades raciales y culturales de los estudiantes a menudo comparten muchos aspectos comunes.
También es importante que los profesores reconozcan que las prácticas y creencias culturales de sus estudiantes podrían ser diferentes de las suyas propias. Estas diferencias, o brechas culturales, frecuentemente conducen a disparidades en la manera en que los profesores responden ante las conductas. Haga clic aquí para ver ejemplos que ilustran ciertas perspectivas y enfoques específicos que podrían dar lugar a brechas culturales.
Brecha cultural
Toda disparidad significativa en las formas de ver la vida, los valores y las expectativas que existen entre un profesor (o la cultura de la escuela en su conjunto) y los estudiantes de diversas razas y orígenes étnicos.
Diferentes perspectivas culturales | |
Respeto de las figuras autoritarias | |
Los profesores son considerados automáticamente como una figura autoritaria (basado en su rol/posición o edad). |
Como nuevo miembro de la comunidad, los profesores deben ganarse el respeto. |
Relaciones con la comunidad | |
Se espera que los profesores colaboren con los miembros de la familia o con los ancianos de la comunidad. |
Los estudiantes y las familias esperan que los profesores actúen independientemente. |
Espacio interpersonal | |
Estar muy cerca de alguien cuando se habla es visto como violar el espacio personal. |
Estar muy cerca de alguien cuando se habla indica una relación estrecha. |
Contacto visual | |
El contacto visual indica que se está escuchando a la persona. |
La falta de contacto visual indica deferencia o respeto. |
Interacciones verbales | |
Se valora la expresión verbal de información de manera directa y asertiva. |
Se valora la expresión verbal de información de manera indirecta y pasiva. |
Dar instrucciones | |
Dar instrucciones en forma de pregunta (p. ej., “¿te unes a nosotros para el horario en grupo?”) implica una expectativa de cumplimiento. |
Dar instrucciones en forma de pregunta implica una expectativa de elección o la opción de declinar. |
Participación de los estudiantes | |
Los estudiantes que escuchan y permanecen callados participan respetuosamente. |
Los estudiantes que participan activamente están prestando atención. |
Participación familiar | |
Se considera que las familias que participan en eventos escolares están interesadas e involucradas en la educación de sus hijos. |
Existe una clara distinción entre el papel del profesor y el de la familia: Los estudios son responsabilidad exclusiva de los profesores mientras que las familias proporcionan instrucción en cuanto a las habilidades y el conocimiento necesarios en el hogar y en la comunidad. |
Los profesores deben identificar y anticipar las brechas culturales potenciales que pueden influir en sus conductas e interacciones con los estudiantes. Para hacerlo de manera más eficaz, los profesores deben comprender su propia cultura y las culturas de sus estudiantes. Haga clic en las pestañas a continuación para más información.
Antes de que los profesores puedan comenzar a enfrentar las complejidades de los diversos antecedentes de los estudiantes en sus salones de clases, es de extrema importancia que tomen el tiempo para examinar sus propias creencias y prácticas culturales. Es posible que los profesores no se den cuenta de la medida en que sus rutinas y prácticas diarias están influenciadas por sus propias prácticas culturales y crianza. Desde las fiestas y tradiciones que celebran, hasta la forma en que interactúan con los demás y muestran respeto a quienes ocupan cargos de autoridad, muchas de las elecciones y acciones que hacen los profesores todos los días están influenciadas por la cultura. Estas creencias y acciones pueden afectar la manera en que operan sus salones de clases, lo que incluye la manera en que crean reglas, procedimientos y consecuencias, y ejecutan su plan de manejo de la conducta en el salón de clases.
Escuche a Lori Delale O’Connor hablar sobre por qué es importante entender nuestra propia cultura, así como la manera en que la cultura en los salones de clases y las escuelas afecta a los estudiantes.
Lori Delale-O’Connor, PhD
Profesora Adjunta de Educación
University of Pittsburgh School of Education
(tiempo: 2:34)
Transcripción: Lori Delale-O’Connor, PhD
Es realmente importante entender nuestra propia cultura y pensar en las maneras en que puede afectar a los estudiantes. Creo que uno de los aspectos más importantes de esto es que, sin el reconocimiento de nuestra propia cultura, empezamos a ver las prácticas en las que participamos, nuestras formas de ser, nuestras formas de saber como algo normal. Y como resultado de ello podemos menospreciar y considerar las maneras de ser y saber que son diferentes a las nuestras como anormales o inferiores. Por lo tanto, entender nuestra propia cultura nos permite ver que la cultura en sí no es neutral, que todo el mundo tiene su propia cultura y sus propias formas de entender, no solo las personas que consideramos diferentes a nosotros. Y eso confirma el reconocimiento de la cultura de todos en el salón de clases, incluido el profesor. Es importante reconocer que las escuelas en sí tienen sus propias culturas, y los salones de clases en sí tienen sus propias culturas. Una vez más, volvemos a la idea de que cuando no reconocemos que un lugar tiene una cultura que ha evolucionado a lo largo del tiempo y en un contexto específico, comenzamos a verlo como algo normal o neutral, y todo lo que se desvía de eso es anormal, en lugar de verlo como, oh, oye, esto evolucionó con el tiempo y es producto de nuestras expectativas, de nuestras maneras de ser, de nuestras metas e ideas a los efectos de las escuelas y a los efectos de la educación. Y esto varía con el tiempo y el espacio. Y creo que en la cultura de las escuelas y los salones de clases, particularmente en el contexto de los Estados Unidos, hay un componente histórico muy arraigado que a menudo pasamos por alto, que lo aceptemos como tal, en lugar de cuestionarnos ¿cómo llegamos a este punto y esto satisface las necesidades del profesor, del personal del plantel, de los estudiantes, de sus familias? Reconocer que cada escuela en cada salón de clases tiene su propia cultura y que la cultura surge del desarrollo de la propia escuela en los Estados Unidos, pero también de esa ubicación en particular es realmente útil para reconocer las maneras en que podemos cambiar o mantener las diferentes prácticas y políticas que nos ayudan mucho, y podemos desechar o cambiar las cosas que no nos están ayudando mucho para reflejar la cambiante cultura del salón de clases y de la escuela.
Actividad
Para una mejor comprensión de sus propios conocimientos, actitudes y prácticas, así como para identificar áreas de atributos y desarrollo, complete la Autoevaluación de doble comprobación. Cuando haya terminado, haga clic en el botón “Finalizar” para ver algunas sugerencias.
Nota: Si ha trabajado en el Manejo de la conducta en el salón de clases (Parte 1): Conceptos clave y prácticas fundamentales, es posible que haya completado esta evaluación.
Adaptado de “Double-Check: A Framework of Cultural Responsiveness Applied to Classroom Behavior,” by P. A. Hershfeldt, R. Sechrest, K. L. Pell, M. S. Rosenberg, C. P. Bradshaw, and P. J. Leaf, 2009, Teaching Exceptional Children Plus, 6(2).
Los estudiantes y los profesores pueden tener antecedentes y experiencias culturales similares, compartir solo ciertas experiencias culturales o ser completamente diferentes entre sí. Cuando existen brechas culturales, es posible que los estudiantes no comprendan qué se espera de ellos o cómo interactuar con los demás. Aprender sobre las culturas de los estudiantes puede ayudar a los profesores a lo siguiente:
- Identificar áreas en las que los estudiantes pueden necesitar más apoyo y enseñanza explícita de reglas y procedimientos de conductas
- Estipular reglas y consecuencias que se alineen con las creencias y prácticas culturales de los estudiantes
Los siguientes son algunos ejemplos de cómo los profesores pueden aprender más sobre los estudiantes y sus antecedentes culturales, experiencias y prácticas.
- Pedirles a los estudiantes que escriban una autobiografía.
- Hacer que los estudiantes se entrevisten entre sí sobre la cultura y las prácticas de su familia, y luego darles la oportunidad de compartir con la clase lo que aprendieron de sus compañeros. Alternativamente, indicarles a los estudiantes que entrevisten a uno o más miembros de su familia sobre la cultura y las prácticas, y pedirles que compartan con la clase lo que han aprendido.
- Pedirles a los estudiantes o a las familias recomendaciones de libros que representen sus culturas e idiomas. Leer estos libros juntos como clase.
- Animar a los estudiantes a debatir cómo sus prácticas culturales o creencias pueden diferir de la forma en que se representan en la literatura y otros medios.
- Invitar a los miembros de la familia a dar una clase o a compartir algo sobre su cultura, tradiciones, festividades o cocina.
Escuche a Andrew Kwok analizar la importancia de que los profesores comprendan las culturas de sus estudiantes. Luego, KaMalcris Cottrell destaca cómo su escuela crea un espacio seguro donde los estudiantes pueden compartir sus creencias y valores.
Andrew Kwok, PhD
Profesor Adjunto, Departamento de
Enseñanza, Aprendizaje y Cultura
Texas A&M University
(tiempo: 1:15)
Transcripción: Andrew Kwok, PhD
Es importante comprender la cultura de sus estudiantes. Ser un buen profesor significa que necesita comprender a quién le va a enseñar. Si considera otras profesiones, aquellos a los que les va bien tienden a comprender realmente a su público, y la enseñanza no es diferente. Los profesores deben reconocer qué es lo que estimula a sus estudiantes, qué los motiva y qué expectativas pueden tener de sí mismos, y cómo pueden transferirse estas al salón de clases. Cuanto más puedan invertir los profesores en conocer a sus estudiantes y sus culturas, más podrán transmitir dicha información al salón de clases, y podrán aplicarla de manera significativa para que sus estudiantes puedan involucrarse y participar y sentirse parte de la comunidad del salón de clases, y sentir que están siendo integrados y son parte del proceso de aprendizaje, en lugar de ser personas a las que se les habla y que tienen que aprender de una manera específica. Esta oportunidad de aprender sobre sus estudiantes ofrece una variedad de opciones para expandir su educación.
Transcripción: KaMalcris Cottrell
Una de las lecciones que aprendí dándoles clases a los estudiantes de diferentes culturas o interactuando con ellos es que se debe ser de mente lo más abierta posible para crear un espacio seguro en el que sientan que está bien compartir sus diferentes puntos de vista y culturas, o antecedentes o actividades en las que sus familias puedan formar parte y que pudieran ser ajenas para mí. Pero, una vez más, si se tiene mente abierta, siempre se puede aprender. Considero que nuestra escuela hace un excelente trabajo proporcionando este espacio seguro. Por las mañanas, hacemos una actividad grupal en círculo, y los profesores invitan a los estudiantes a unirse a este círculo y compartir ciertos temas o incluso algo que les gustaría hablar y que es importante para ellos. Creo que sin este espacio seguro, esta actividad sería imposible. Hablamos de nuestra conducta. ¿Qué expectativa tenemos al hacer esta actividad en círculo? Una persona habla. Contamos con ciertas señales no verbales que los estudiantes pueden usar cuando están de acuerdo o han hecho lo mismo, o han tenido la misma experiencia. Se puede levantar la mano si desea hacer una pregunta al final. Creo que con estos parámetros establecidos para esta actividad en círculo, esta estructura, este tiempo para hablar, los estudiantes pueden sentirse lo suficientemente cómodos para hablar de sus diferentes culturas y orígenes. En 15 minutos, cada niño tiene la oportunidad de hablar, y siempre puede optar por no hablar y al final de la actividad vuelvo a preguntarle si ahora se siente cómodo para hablar sobre su experiencia, entonces puede hacerlo al final. Todo es muy relajado y sin prejuicios. Pueden hablar de lo que quieran.
Creo que la importancia de comprender la cultura de una persona es simplemente continuar dándole validez. Es difícil sentirse validado si alguien siente que no lo entienden. Entonces, si ellos están dispuestos a compartir, yo estoy dispuesta a aprender. Y espero que las personas sientan lo mismo por mi cultura. Estoy dispuesta a compartirla. Creo que poder ver otras culturas a través de su punto de vista o desde otros puntos de vista, nos hace una comunidad mucho más sólida.
Para más información sobre la diversidad de los estudiantes, consulte los siguientes módulos del IRIS:
Aunque muchas culturas diferentes están representadas en las escuelas de todo el país, lo que comúnmente se percibe como una “conducta apropiada”, por lo general, refleja los valores y las normas culturales de la clase media blanca. Estas normas se reflejan en las reglas y los procedimientos del salón de clases en torno a la conducta, la comunicación y la participación de los estudiantes. Algunos estudiantes (o grupos de estudiantes) pueden prosperar dentro de un entorno escolar en particular porque sus normas y prácticas se alinean con estas reglas y procedimientos. En otras palabras, tienen el capital cultural: las habilidades y la conducta adquiridos que son aceptados dentro de un grupo y que le dan a ese grupo una ventaja en un entorno determinado. Por otro lado, los estudiantes con diferentes antecedentes culturales pueden no captar o comprender de manera innata las reglas y los procedimientos tradicionales del salón de clases porque no se alinean con lo que se considera una conducta apropiada o estándar en su hogar o comunidad.
normas culturales
Cualquiera de las reglas, expectativas y prácticas compartidas que guían, informan o influyen la conducta de las personas en una determinada cultura o grupo social.
Como se señaló anteriormente, cuando la cultura de un estudiante no se alinea con la del salón de clases, esto puede generar brechas culturales. Las brechas culturales pueden hacer que los profesores malinterpreten la conducta de los estudiantes, en especial las conductas más subjetivas (p. ej., las faltas de respeto, los incumplimientos), lo que puede generar conflictos. Estos conflictos pueden causar varios efectos:
- Estudiantes que se sienten incomprendidos o marginados
- Escalada de mala conducta y agresión
- Tasas más altas de medidas disciplinarias
- Estudiantes que abandonan la escuela por completo
Exploremos con más profundidad los efectos de que los profesores malinterpreten la conducta de los estudiantes. Los estudiantes negros y latinos, en particular, están sujetos a castigos más frecuentes y duros en comparación con sus compañeros blancos. Esto sucede desde el preescolar y continúa hasta la escuela secundaria. A menudo, este castigo es el resultado de la comprensión subjetiva de la conducta de los estudiantes, como interpretar una acción como “grosera” o “irrespetuosa”, en lugar de comprender que la conducta puede deberse a diferencias culturales. Estas interpretaciones subjetivas conducen a resultados negativos para los estudiantes que los excluyen aún más de las oportunidades de aprendizaje, incluidas tasas más altas de suspensiones, expulsiones e incluso estudiantes que abandonan la escuela.
Ejemplo de la Srta. Amry
La Srta. Amry considera respetuoso que sus estudiantes hagan contacto visual cuando les habla. A Jordan, por otro lado, le han enseñado que hacer contacto visual es una falta de respeto hacia los adultos, por lo que mira al suelo cuando la Srta. Amry le habla. La comprensión de la Srta. Amry de las respuestas basadas en la cultura es fundamental para descifrar la intención de Jordan. Si la profesora no comprende la cultura de Jordan, una acción aparentemente insignificante como mirar al suelo podría malinterpretarse como un desafío, una apatía o una falta de respeto, y podría hacer que la profesora tome medidas adversas.
La investigación indica
Durante el año escolar de 2017–2018, los estudiantes negros en los grados K-12 representaron aproximadamente el 15 por ciento de la inscripción total de estudiantes. Sin embargo, los estudiantes negros estaban sobrerrepresentados en las medidas disciplinarias. Representaron aproximadamente:
- Un 31 por ciento de las suspensiones dentro de la escuela (uno o más casos)
- Un 38 por ciento de una o más suspensiones fuera de la escuela (uno o más casos)
- Un 38 por ciento de todas las expulsiones (con servicios educativos y sin ellos)
Estudiantes
Suspensiones
en la escuela
Suspensiones fuera de la escuela
Expulsiones
Descripción: Gráficos de datos culturales
El primer gráfico está etiquetado como “Estudiantes” y se divide de la siguiente manera: Un 47 % de blancos/no hispanos (azul), un 27 % de hispanos (gris), un 15 % de negros/no hispanos (naranja), un 6 % de otros (verde) y un 5 % de asiáticos/no hispanos (dorado).
El segundo gráfico está etiquetado como “Suspensiones en la escuela” y se divide de la siguiente manera: Un 38 % de negros/no hispanos (naranja), un 33 % de blancos/no hispanos (azul), un 22 % de hispanos (gris), un 6 % de otros (verde) y un 1 % de asiáticos/no hispanos (dorado).
El tercer gráfico está etiquetado como “Suspensiones fuera de la escuela” y se divide de la siguiente manera: Un 39 % de blancos/no hispanos (azul), un 31 % de negros/no hispanos (naranja), un 23 % de hispanos (gris), un 6 % de otros (verde) y un 1 % de asiáticos/no hispanos (dorado).
El cuarto gráfico está etiquetado como “Expulsiones” y se divide de la siguiente manera: Un 38 % de negros/no hispanos (naranja), un 35 % de blancos/no hispanos (azul), un 21 % de hispanos (gris), un 5 % de otros (verde) y un 1 % de asiáticos/no hispanos (dorado).
Además, los datos del año escolar de 2018-2019 indican que los estudiantes negros con discapacidades de 3 a 21 años de edad estuvieron sobrerrepresentados en las remociones disciplinarias: incidentes que impliquen que un estudiante sea retirado de un entorno educativo con fines disciplinarios (p. ej., suspensión dentro de la escuela, suspensión fuera de la escuela, expulsión, traslado a un entorno educativo alternativo, remoción por parte de un funcionario de audiencias). En el siguiente gráfico, observe cómo la cantidad de remociones disciplinarias para estudiantes negros es el doble del promedio entre todos los grupos raciales/étnicos y casi tres veces el promedio para estudiantes blancos.
Número promedio de remociones disciplinarias entre estudiantes con discapacidades
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Todos | Blancos | Negros |
29 | 24 | 64 |
(Fuentes: Centro Nacional de Estadísticas Educativas; Departamento de Educación de EE. UU., Oficina de Derechos Civiles; Departamento de Educación de EE. UU., Oficina de Programas de Educación Especial)
Cuando los profesores comprenden cómo las brechas culturales afectan a algunos estudiantes, pueden elaborar de manera más eficaz un plan de manejo de la conducta en el salón de clases culturalmente sostenible (p. ej., reglas, procedimientos y medidas). Aunque se debe crear el plan antes de que comience el año escolar, es importante ser flexible y permitir cambios durante el año escolar a medida que los profesores aprenden más sobre sus estudiantes. Estas son algunas formas de hacer que el plan sea más culturalmente sostenible:
Culturalmente sostenibles
Prácticas que no solo aceptan sino que fomentan las normas y valores culturales de los estudiantes
- Solicite la opinión de los estudiantes: analice con los estudiantes los componentes del plan de manejo de la conducta del salón de clases (p. ej., reglas, procedimientos, medidas). Este debate puede incluir lo siguiente:
- Conductas aceptables en el hogar o en su cultura
- Conductas apropiadas o justas en el salón de clases que permitan que a todos les vaya bien
- Compromisos necesarios para abordar las discrepancias en las normas culturales. Por ejemplo, algunas culturas dan prioridad a compartir recursos (p. ej., lápices, papel), mientras que otras valoran la propiedad independiente. Un buen compromiso podría ser permitir ambos, pero con criterios para cuando corresponde cada uno.
- Pedir la opinión de las familias: aprender más sobre las prácticas culturales del estudiante y la familia, y qué promueve que le vaya bien al estudiante. Esta información se puede recopilar formal o informalmente a través de:
- Reuniones (Noche de conocer al profesor, conferencias de padres y profesores)
- Comunicación bidireccional frecuente (correos electrónicos, llamadas telefónicas)
- Establecer relaciones con los estudiantes. Cuando los profesores y los estudiantes aprenden más y establecen un respeto mutuo entre ellos:
- Los profesores adquieren mejor comprensión de lo que los estudiantes necesitan para participar en clase y que les vaya bien.
- Los estudiantes adquieren una mejor comprensión de por qué las reglas y los procedimientos particulares son necesarios para ayudar a que la clase funcione sin problemas y que sea satisfactoria.
- Fomentar las relaciones entre los estudiantes. Cuando los estudiantes se conocen, es más probable que:
- Comprendan y respeten las diferencias de los demás
- Se ayuden unos a otros para aprender y crecer
Escuche a Lori Delale O’Connor hablar sobre el capital cultural y lo que significa para los estudiantes en el salón de clases. Luego, Andrew Kwok analiza las discrepancias que pueden existir entre la cultura de la escuela y el salón de clases y las culturas de los estudiantes. Por último, habla sobre la elaboración de un plan de manejo de la conducta en el salón de clases culturalmente sostenible.
Lori Delale-O’Connor, PhD
Assistant Professor of Education
University of Pittsburgh
School of Education
Andrew Kwok, PhD
Profesor Adjunto, Departamento de
Enseñanza, Aprendizaje y Cultura
Texas A&M University
Discrepancias entre la cultura del salón de clases y la de los estudiantes
(tiempo: 1:56)
Elaboración de un plan de manejo de la conducta en el salón de clases culturalmente sostenible
(tiempo: 3:13)
Transcripción: Lori Delale-O’Connor, PhD
Capital cultural
El capital cultural es esta idea de que los estudiantes y sus familias están familiarizados o no con lo que se considera la cultura “legítima” dentro de una sociedad y, en particular, dentro de una escuela. Entonces, ¿sabe cómo participar de la forma en que la escuela espera que lo haga? En caso de ser así, es recompensado y recompensado, es decir, podría recibir mejores calificaciones. Va a tener oportunidades porque sus profesores van a decir, oh, guau, qué estudiante tan bien educado, qué estudiante con tan buen desempeño. Mucho de eso deriva no necesariamente de la capacidad de un estudiante para hacer algo, sino de su comprensión, y la de sus familias, de cómo funciona fundamentalmente la escuela. Cuando pienso en las familias, algunos buenos ejemplos son: ¿sabe cómo comunicarse con un profesor de la forma que este espera y se considera apropiada? Podrá observar diferencias culturales en eso. En algunas culturas, realmente se cree que la educación debe dejarse en manos de los profesores y se tiene un gran respeto por ellos. Entonces, como padre o madre, voy a confiar en que sabe hacer su trabajo. Es realmente bueno en eso. Y sería un insulto para usted si fuese a defender a mi hijo/a. De manera similar, otros consideran que en realidad la educación debe darse entre los jóvenes y el profesor. Entonces, si es necesario que haya alguna intervención o si es necesario que haya una conversación al respecto, es el papel del joven. En las escuelas de personas blancas, de clase media y alta, existe una gran expectativa de que los padres sepan cómo intervenir en nombre de sus hijos. Y el resultado de eso a menudo es que las familias pueden obtener lo que quieren. Eso podría ser una intervención en términos de que mi hijo/a necesita otra cosa. Tal vez reconsiderar la calificación de mi hijo/a. Y de manera similar, para los jóvenes existe una expectativa de cómo podrían abogar por sí mismos. Así aprenden a pelear de manera educada y respetuosa por lo que quieren, y abogar por sí mismos desde una edad muy, muy temprana. Este tipo de cosas no se dicen. Si es un joven que viene de una familia donde le dicen que sea deferente con el educador o con los adultos en general, y realmente le dicen que no hable a menos que le hagan una pregunta, entonces no va saber abogar por sí mismo. Básicamente, con el capital cultural, la idea es que se transmita a través de las familias y les ayude a mejorar en la escuela. Si las formas en que las familias conocen y valoran la educación se alinean con las formas en que las escuelas lo hacen, sus jóvenes también crecen para conocer y valorar la educación.
Transcripción: Andrew Kwok, PhD
Discrepancias entre la cultura del salón de clases y la de los estudiantes
Es muy importante que los profesores consideren la cultura de las escuelas y los salones de clases, especialmente al pensar en las estructuras que conforman la educación y la escolarización. Lo que ya sabemos sobre la brecha cultural dentro de los salones de clases entre profesores y estudiantes es que necesitamos pensar en formas de mitigar esa brecha y permitir que en especial los estudiantes de minorías aprendan dentro de una escuela predominantemente blanca y femenina. La discrepancia significa que el cuerpo de profesores y los profesores deben considerar de forma activa el entorno en el que se encuentran los estudiantes y luego pensar que provienen principalmente de una o dos formas tradicionales de comprender el aprendizaje, pero más en particular en lo que respecta al manejo del salón de clases. Una o dos formas específicas de cómo comportarse y cómo actuar dentro de un salón de clases o un entorno escolar, ese tipo de formas de actuar y comportarse no necesariamente siempre se alinea con la forma en que otras culturas piensan o procesan la conducta apropiada. Una mala conducta puede definirse de varias maneras, y la forma en que puede verse en un salón de clases determinado o dentro de una escuela determinada puede diferir y, sin alinear eso específicamente o llegar a un entendimiento de cómo puede verse, habrá discrepancias. Para que los profesores sean más receptivos de la cultura, deben comprender que existen estructuras tradicionales dentro de la escuela y dentro del salón de clases que deben abordarse, ya sea que se deban cambiar directamente o incorporar las voces de los estudiantes y sus opiniones y perspectivas para que les pueda ir bien dentro de dicho entorno.
Transcripción: Andrew Kwok, PhD
Elaboración de un plan de manejo de la conducta en el salón de clases culturalmente sostenible
Muchos profesores a menudo quieren establecer cierto tipo de salón de clases sin ningún tipo de flexibilidad. Tienen una idea del salón de clases, y quieren apegarse a eso y hacer que todos los estudiantes dentro de ese salón de clases cumplan con esa estructura particular. Los profesores novatos, en especial, a menudo se enfocan en mantener la autoridad y ser capaces de controlar fundamentalmente a los niños, poder hacer que escuchen y hagan lo que quieren hacer para seguir su plan de lecciones. Sin embargo, eso no es necesariamente receptivo a la cultura en el sentido de que no necesariamente considera lo que los estudiantes necesitan para que les vaya bien en el salón de clases. Entonces, para considerar una cultura dentro de estos planes de manejo de la conducta, a menudo la forma más fácil de integrar esto es a través de los aportes de los estudiantes, lo que brinda oportunidades para que los estudiantes ayuden a crear algunas de las estructuras, ya sean las reglas o los procedimientos, y permite pensar sobre qué es lo que no solo le permite al profesor tener éxito en el salón de clases, sino también qué se necesita para que esos estudiantes individuales se interesen en el material y les pueda ir tan bien como quieran en el salón de clases.
Otras formas en que los planes de manejo de la conducta pueden ser más culturalmente sostenibles serían hacer que el profesor establezca relaciones con los estudiantes o que los estudiantes tengan interacciones positivas entre sí. Para incorporar los aportes de los estudiantes, los profesores necesitan realmente conocer a sus estudiantes y ser capaces de comprender qué les ayuda a aprender. Entonces, para lograr esto, los profesores a menudo solo confían en un documento de inicio de año para conocerse, pero las necesidades de los estudiantes son individuales y evolucionan y cambian a lo largo del año escolar, por lo que el profesor debe constantemente hacer un seguimiento y tratar de conocerlos, e incluso compartir cosas sobre sí mismo con ellos para que puedan establecer un vínculo sólido que luego dé lugar a que el profesor comprenda qué permite que dichos estudiantes se interesen en el material. Lo mismo ocurre con las oportunidades para que los estudiantes establezcan relaciones entre ellos, que se conozcan entre sí para que también puedan aprender de forma colectiva. Es difícil para el profesor poder diferenciar una lección de 20 a 30 maneras diferentes para cada estudiante dentro del salón de clases, pero si puede pensar en las similitudes colectivas entre los estudiantes y ver cómo interactúan entre sí y cómo pueden ayudarse mutuamente a aprender y crecer, eso permitirá oportunidades para cambiar y adaptar estas estructuras dentro del sistema. Luego, lo último sería considerar también a las familias, la comunidad y los demás profesores al tener en cuenta los factores adicionales que pueden ayudar a los profesores a tener éxito en la elaboración eficaz de un plan de manejo del salón de clases.
Para tener en mente
Muchos salones de clases incluyen estudiantes del idioma inglés (English language learners, ELL) que se encuentran en las primeras etapas de aprendizaje del inglés o que aún están adquiriendo habilidades académicas en dicho idioma. Lo que puede parecer un incumplimiento de una instrucción o regla verbal/escrita puede ser, de hecho, un malentendido del idioma. Para ayudar a los ELL a comprender las reglas y los procedimientos del salón de clases, los profesores deben hacer lo siguiente:
Estudiantes del idioma inglés
El término preferido para un estudiante que está aprendiendo inglés como su segundo idioma.
- Modelar las conductas apropiadas y las expectativas
- Usar imágenes u otros gráficos para apoyar la comprensión del idioma
- Usar declaraciones positivas (p. Ej., “You can sit down [Puedes sentarte]”) en lugar de declaraciones negativas (p. Ej., “Don’t get up from your seat [No te levantes de tu asiento]”)
- Acudir a colegas/personal docente que hablen el idioma del hogar del estudiante para ayudar a explicar las reglas y los procedimientos
- Proporcionar las reglas y procedimientos en el idioma del hogar del estudiante (cuando sea posible)
Para obtener más información sobre los estudiantes del idioma inglés, visite el siguiente módulo del IRIS:
Para obtener más información sobre las influencias culturales en la conducta, consulte el siguiente módulo del IRIS: