¿Qué deben entender los maestros sobre trabajar junto a las familias que tienen hijos con discapacidades?
Página 2: Reacciones emocionales a la discapacidad
Para empezar el proceso de conocer a las familias, los educadores tienen que reconocer que las familias pueden experimentar muchas emociones relacionadas al hecho de tener un hijo con una discapacidad, y que estas emociones no son fijas. A menudo cambian con el tiempo. Por ejemplo, aunque es común que los padres sientan dolor o desesperación al principio, estos sentimiento suelen convertirse en alegría y fortaleza. Detengámonos a ver estas reacciones emocionales y cómo pueden fluctuar con el tiempo.
Gama de emociones
Algunos padres de niños con discapacidades pueden estar lidiando con la pérdida de las esperanzas y los sueños que tenían para su hijo. Parecido a lo que ocurre con las familias que han sufrido la pérdida de un ser querido, las familias de los niños con discapacidades pueden experimentar los estados emocionales descritos en la tabla a continuación. Estos estados emocionales no necesariamente obedecen una secuencia ordenada y pueden repetirse cuando el hijo de una familia alcanza—o debería estar alcanzando—una meta importante o transiciones. Dichos padres a menudo describen sus vidas como montañas rusas emocionales a medida que enfrentan los altibajos de criar a un niño con una discapacidad. Los educadores pueden ayudarles siendo sensibles y siendo conscientes de las formas en que el dolor puede desempeñar un rol en las experiencias de la familia.
Emoción | Ejemplos de cómo el padre puede mostrar la emoción |
---|---|
negación | El padre niega que su hijo tenga una discapacidad. |
ansiedad | El padre atraviesa cambios dramáticos que pueden afectar sus actitudes, valores, creencias y rutinas. |
miedo | Es posible que al padre le preocupe dejar que su hijo con una discapacidad haga ciertas cosas (protector). |
depresión | Es posible que el padre llore de forma desconsolada, se sienta triste y desesperado. |
culpa | Es posible que el padre sienta que de alguna manera tiene la culpa de la discapacidad o de la situación. |
rabia | Es posible que el padre manifieste su rabia o la dirija a otra persona. |
(Adaptado de Childhood Disability: A Parent’s Struggle, de K. Moses, 1987, y You Are Not Alone: For Parents When They Learn Their Child has a Disability, de P. McGill Smith, 2010.)
Tome un momento para escuchar a Luz Hernández describir las emociones que ha sentido como madre de un niño con una discapacidad a lo largo de los años (tiempo: 2:35).
Luz A. Hernandez
Madre de un joven con una discapacidad
Directora Ejecutiva, Hispanos Unidos
Para Niños Excepcionales (HUNE)
Transcripción: Luz A. Hernandez
Lo recuerdo como si fuera ayer. Le dije al médico que estaba preocupada por él porque en ese momento tenía siete meses, todavía no levantaba la cabeza, no se daba la vuelta y no se podía sentar bien. Y, tú sabes, él me dijo, bueno, todos los niños son diferentes, todas las metas son distintas, pero como insistí, le harían una tomografía computadorizada (“CT scan”, en inglés) para “que dejara de preocuparme”, esas fueron sus palabras exactas. Así que eso fue lo que hicimos y unas dos semanas más tarde le autorizaron hacerse la tomografía computadorizada y fue entonces que me dieron la noticia de que él tenía hidrocefalia. Su cabeza era 95% mayor que la de otros niños de su edad, y por esta razón no conseguía levantar la cabeza o hacer cosas. Mi primera reacción fue estar asustada. Sentí dolor por mi hijo. Quiero decir, recuerdo estar conduciendo para casa ese día y literalmente no podía conducir. Tuve que estacionarme en cada cuadra porque estaba llorando tanto que no podía discernir lo que tenía delante. Pero mi reacción inicial fue la incredulidad. No sabía qué esperar. Tenía miedo. Sentía más miedo por él que por mí. Estaba pensando en todo lo que queríamos para él y que probablemente no podríamos conseguir. Lo operaron a los ocho meses. Cuando el neurocirujano lo operó me dijeron que él podría tener una vida totalmente normal porque la operación había sido exitosa y no había afectado su cerebro. Pero desafortunadamente ese no fue el caso. Por años, más o menos, esperábamos que caminara. Esperábamos que caminara. Finalmente caminó cuando tenía unos cinco años y medio. Todavía usa pañales. Todavía no habla. Está discapacitado severamente. Como a los nueve años empezó a tener ataques. Así que creo que durante toda su vida nos hemos estado adaptando, deseando y rezando para que pase lo mejor, preparándonos para que pase lo peor. Andy es un gran chico. Siempre tendrá una sonrisa para ti en el rostro. Pero en realidad su vida se ha complicado, sus cuestiones médicas. Este fin de semana, por ejemplo, yo estaba en la confirmación de mi hija mayor, mi hija de doce años. Me doy cuenta que Andy nunca hará esto, sabes, seguir los pasos que nos enseñaron como una parte normal de la vida. Es un poco como un proceso de luto. Sabes, su vida no es tan complicada para él como lo es para nosotros. A lo largo de los años simplemente hemos aprendido a adaptarnos y no ha sido fácil siempre durante ocasiones especiales, pero seguimos hacia adelante.
Así como las familias de niños con discapacidades pueden sentir ansiedad o dolor, también pueden sentir y expresar sentimientos de fortaleza, esperanza, alegría, amor y orgullo. De hecho, muchas familias encuentran que su hijo con discapacidad ha impactado sus vidas de forma positiva.
- Aumentando su capacidad de amar y aceptar diferencias
- Fortaleciendo sus lazos familiares
- Incrementando su orgullo en los logros de su hijo
- Llevándolos a aprender más sobre discapacidades y roles de apoyo
- Haciéndolos más pacientes, comprensivos y tolerantes
- Enseñándoles a disfrutar las cosas pequeñas de la vida
Escuche a Aubri Girardeau describir la alegría que su hija ha traído a su vida (tiempo: 0:51).
Aubri Girardeau
Madre de una niña con autismo
y discapacidades específicas de aprendizaje
Transcripción: Aubri Girardeau
No puedo imaginar nuestra vida sin esta niña. Es alegría pura. Es muy graciosa. Es peculiar de todas las maneras más maravillosas. Te vas a reír si estás cerca de ella. Y como que ella me ha hecho desviar mi enfoque del éxito como algo determinado por el éxito académico o la proeza atlética. Ahora me doy cuenta que el hecho de brindar alegría ya es un logro. Ella simplemente nos ayuda a entender que puede haber alegría en las cosas pequeñas, y los logros que otras personas dan por hecho, nosotros nunca lo hacemos. Y estamos realmente tan orgullosos de que ella sea exactamente quien es. Ella ha cambiado nuestras vidas de las formas más maravillosas. Obviamente ha habido muchos retos y luchas, pero en general no podríamos imaginar a nuestra hija de otro modo, exactamente como es.
Apoyar a las familias
Es importante que los educadores entiendan que es probable que las familias de niños con discapacidades experimenten una amplia gama de emociones, a veces contradictorias, y que uno de sus roles más importantes es brindar apoyo. Pueden hacerlo:
- Aceptando a las familias
- Entendiendo que cada familia es única en la manera en que lidian con la discapacidad de su hijo
- Construyendo sobre las fortalezas de la familia
Actividad
Una forma en que los educadores pueden apoyar a las familias es tratar de entender cómo sería criar un hijo con una discapacidad. Haga clic aquí para leer The Journey: A Parent Comes to Terms with Her Daughter’s Disability.
Ahora, imagine que es el padre en uno de los siguientes tres escenarios a continuación:
- Su hijo de ocho años fue evaluado recientemente por una discapacidad de aprendizaje. Este es su primero hijo y no tenías ninguna ansiedad sobre su desarrollo hasta que su nueva maestra de tercer grado verbalizó su preocupación sobre sus dificultades para leer. Poco después llegan los resultados y descubres que tu hijo tiene una discapacidad de aprendizaje en lectura. Además, la escuela señala que le gustaría evaluarlo por algún trastorno de déficit de atención.
- Recientemente, su hija de catorce años estuvo en un accidente de carro en que sufrió heridas graves. Ella es la mayor de tus tres hijos, y acaba de entrar al equipo de baloncesto de su escuela secundaria. Mientras está en el hospital le diagnostican una lesión cerebral traumática (TBI). Le dicen que es probable que esta condición afecte sus destrezas de movilidad, el habla y, posiblemente, sus destrezas cognitivas.
- Recientemente, su hijo de dos años tiene rabietas cada vez que necesita ayuda. Usted y su pareja asumen que trata de “los terribles dos años”. Luego se da cuenta que muestra muy poco interés en interactuar con la familia y sólo quiere jugar con los mismos carritos. Usted comparte esta información con su pediatra en una visita de rutina. El doctor lleva a cabo un chequeo para el trastorno del espectro autista (ASD) y, basándose en los resultados, opta por llevar a cabo una evaluación completa. Después de otras visitas con especialistas, se confirman tus miedos, tu hijo tiene autismo.
Seleccione uno de los escenarios previamente mencionados y reflexione sobre las siguientes preguntas:
- ¿Cuál piensa que sería su primera reacción?
- ¿Cómo piensa que responderían sus amigos y familiares cuando les dieras la noticia?
- ¿Cómo piensa que cambiaría su vida?
- ¿Piensa que los sueños que tenía para su hijo cambiarían después de descubrir la discapacidad? Explique.
- ¿Qué apoyo querría que le proporcionaran los educadores a usted y su hijo?