¿Qué clase de información tendría el mayor impacto en ayudar a la Srta. Begay a evaluar el aprendizaje de sus estudiantes?

Página 1: Evaluación del Fin del Año vs. Seguimiento del Progreso

Es común que los maestros evalúen el progreso de sus estudiantes de varias maneras—evaluaciones de capítulos o unidades y pruebas sorpresas. Utilizan los resultados de estas evaluaciones para asignar calificaciones, pero usualmente no utilizan estos resultados para modificar la instrucción para los estudiantes que no están teniendo éxito.

Otros tipos de evaluaciones se utilizan mayormente como unas herramientas de evaluación para administradores o maestros. En un extremo se encuentran las evaluaciones del progreso al fin del año, que se realizan una vez al año, más comúnmente alrededor del fin del año escolar. Estas evaluaciones proveen una indicación del progreso comprensivo del estudiante durante el año. Los resultados de las evaluaciones generalmente se reciben semanas o meses después de administrarse. Esto no permite al maestro buscar otras alternativas, en caso de que el estudiante no salga bien en las evaluaciones. Las evaluaciones anuales de rendimiento académico proporcionan un ejemplo de evaluación comprehensiva porque se centran en los resultados del aprendizaje del estudiante.

Las evaluaciones del fin del año se diseñan principalmente para:

• Calcular el aumento de conocimiento y/o destrezas de un año a otro
• Identificar a los estudiantes en riesgo académico
• Evaluar el progreso del estudiante comparado con los estándares nacionales

Al otro extremo, el seguimiento del progreso consiste en la administración frecuente de evaluaciones que proveen retroalimentación de las habilidades enseñadas en el momento. Con el seguimiento del progreso, información sobre el aprendizaje del estudiante se recopila a lo largo del año a diferencia de las evaluaciones dadas en una sola sesión y los resultados se obtienen inmediatamente. Esto permite que los maestros evalúen el aprendizaje de los estudiantes y la efectividad de instrucción de manera constante, y que los maestros efectúen los cambios necesarios para mejorar el progreso académico de los estudiantes. El “seguimiento del progreso” es un ejemplo de evaluación formativa porque el aprendizaje del estudiante se evalúa regularmente, proporcionando retroalimentación útil sobre el rendimiento tanto de los estudiantes como de los instructores.

El seguimiento del progreso se diseña para:

• Calcular proporciones de mejoramiento para cada estudiante
• Identificar a estudiantes que no estén progresando adecuadamente y necesiten instrucción adicional o modificada
• Evaluar la efectividad de la instrucción para que el maestro pueda crear programas de instrucción más efectivas

Examine la siguiente tabla que resume brevemente los dos métodos de evaluación.