¿Cómo pueden los educadores reconocer e intervenir cuando el comportamiento del estudiante se intensifica?

Transcripción: Fase de distensión

Maestro: Nora, veo que te sientes moleta. ¿Quieres ir al rincón de la paz y hacer un poco de respiración profunda? De acuerdo. Bien hecho. Gracias.

Maestro: Nora, ¿cómo te sientes?

Nora: Un poco mejor.

Maestro: ¿Sí? Bueno, si estás lista, puedes ir a trabajar en la hoja de repaso de matemáticas y yo traeré a la clase de vuelta.

Nora: De acuerdo.

Maestro: Muy bien, gracias. Gracias. Aquí tienes. Buen trabajo.

Nora: Ya terminé.

Maestro: Estupendo, Nora. Gracias por terminar la actividad de matemáticas. Te voy a dar este parte informativo y puedes usarlo para contarme lo que pasó antes, ¿de acuerdo?

Puedes avisarme cuando hayas terminado.

Nora: Ya terminé.

Maestro: ¡Estupendo! Gracias por completar el parte informativo, Nora.

[Comentario de Johanna Staubitz]

El Sr. Santini le dio a Nora tiempo y espacio para calmarse sin hacerle ninguna sugerencia. Esto es muy importante, porque si empezamos incluso solo una conversación con un estudiante, puede parecer una exigencia y recrudecer las emociones y el comportamiento muy rápidamente. Así que el Sr. Santini esperó bastante tiempo hasta que Nora pareció bastante tranquila y preparada antes de acercarse a ella, y solo entonces le hizo la sugerencia de ir al rincón de paz.

Ahora bien, para utilizar algo como el rincón de paz, y lo vimos antes como estrategia de distensión durante el ciclo, el docente tiene que haber establecido ya algunos procedimientos de uso, y en este caso, ella es la única en el aula. Así que no es gran cosa para ir allí. Pero hay cosas que pasan en el rincón de paz. Dice: “Quizá puedas probar a respirar profundamente”. Si Nora no hubiera practicado nunca la respiración profunda, esto no habría sido muy útil. Pero este docente ha enseñado algunas estrategias de atención plena fuera del contexto de una situación estresante, lo que ayuda a los estudiantes a aplicar esas estrategias cuando realmente las necesitan, después de una crisis como esa. Así que este es otro ejemplo, algo así como el procedimiento por el que la clase abandonó el aula de forma ordenada durante la crisis, es otro procedimiento que necesita haber sido enseñado con antelación. Es muy importante. Estas habilidades son realmente buenas para enseñarlas a los estudiantes, en particular a los estudiantes que son propensos a experimentar crisis, pero a todos los estudiantes. Así que esto puede ser algo que se enseñe en toda la clase.

Así que lo siguiente que hace el Sr. Santini, después de darle a Nora otros 10 minutos (o el tiempo que sea adecuado cuando trata con uno de sus estudiantes) para que se calme de verdad. Entonces es el momento de reintegrar a Nora en la enseñanza. Así que es bueno darle una actividad didáctica. En el caso de Nora, esto está directamente relacionado con lo que estaban trabajando antes, porque el desencadenante no tenía nada que ver con el contenido de la tarea, sino con el retraso de la tarea.

Así que ella va a trabajar en esa hoja de repaso de matemáticas que quería hacer antes, mientras que el Sr. Santini trae la clase de vuelta, porque recuerde que están fuera del aula, y todo esto tiene que ser reconciliado. Y lo verifica con Nora. Y si Nora hubiera dicho: “No, no estoy lista para que la clase vuelva a entrar”, ese es un informe realmente importante de la estudiante a tener en cuenta. Porque si ella es lo suficientemente consciente como para decir que no está lista, entonces traer la clase de vuelta demasiado pronto podría significar una nueva escalada. Puede que no, pero es un poco arriesgado.

Ahora que Nora se ha reintegrado a la clase y ha participado en la actividad didáctica (la hoja de repaso de matemáticas) y ha terminado, el Sr. Santini le pide que rellene un parte informativo. Este formulario es realmente importante y debe rellenarse durante esta fase de distensión, en la que el comportamiento del estudiante parece tranquilo, relativamente relajado. No hay signos de nueva escalada. Esas señales o esa calma comunican que están preparados para pensar en el conflicto que ocurrió antes. En la crisis que ocurrió antes. Este formulario va a ayudar a Nora para identificar los factores desencadenantes y lo que su comportamiento parecía y cómo funcionó para ella, y se utilizará más tarde, durante la recuperación, para estructurar una conversación de revisión.

Transcripción: Kathleen Lane, PhD

La mayoría de las veces, durante esta fase de distensión, el estudiante no va a querer hablar de lo que acaba de pasar. Y la mayoría de las veces los docentes [risas] tampoco quieren hablar de ello porque les preocupa que el estudiante vuelva a reaccionar. Lo bueno es que, en esta fase concreta, los estudiantes suelen ser muy receptivos a las indicaciones. Así que tenemos que encontrar una manera de darles una forma de salir de esta situación con un poco de dignidad. A menudo, los docentes hacen esto dejando que el estudiante se siente en una zona diferente del aula, no en una zona de tiempo de pausa, sino en un espacio separado donde normalmente se dictan las clases. Entonces se le puede dar una actividad independiente que esté a su nivel de enseñanza. Puede ser una hoja de ejercicios. Podría ser escribir sus palabras de ortografía, un par de veces cada una. Puede ser escribir un diario. Puedes darles un estímulo del tipo: “Adelante, escribe lo que ha pasado”. Pero tiene que ser breve. Tiene que ser algo que puedan hacer de forma independiente y con éxito. Y esto les aparta de toda la atención que están recibiendo de otros estudiantes en el aula. Como docente, esto te da un par de minutos, no demasiados, solo dos o tres, para que los demás vuelvan a centrarse en la enseñanza. Así es como mantenemos la enseñanza en movimiento, para que puedan darle al estudiante que acaba de tener ese gran desafío la oportunidad de calmarse, volver a centrarse, y luego podemos volver a acercarnos al estudiante, en la siguiente etapa.

Transcripción: Janel Brown

En esa fase de distensión, no hay que lanzarse a intentar tener esa conversación con el estudiante. Porque nueve de cada diez veces, no lo van a hacer. Lo que puedes hacer es darles una tarea que sea menos estresante. A veces los niños pueden poner en papel lo que no pueden decir con palabras. Deles un lápiz y una hoja de papel. Pueden dibujar sus emociones en el papel y escribir sobre ellas. Una vez que lo hayan hecho, “Vale, veo que has escrito esto. Has hecho este dibujo. ¿Podrías explicarme qué está pasando? ¿Podrías ayudarme a entender lo que has querido decir con esto y con lo que has escrito?”. Así es como hay que iniciar poco a poco la conversación con los estudiantes. Hay que permitirles que se apropien de lo que ha pasado, por qué ha pasado y, la próxima vez, cuando sienta que esto va a volver a pasar, ¿qué puedo hacer de forma diferente para manejar el problema? Después de que se hagan responsables, por ejemplo, el niño que tiró los clavos, las tijeras, hemos tenido estanterías volcadas con libros por todo el suelo. Tuvimos cajas de lápices de colores, lápices de colores de aquí para allá. Así que una vez que han bajado del pico y tal vez usted ha tenido una pequeña discusión sobre lo que pasó, lo que podría hacerse, tienen que ir y arreglarlo. Recoger cada pieza sin ayuda, y les decimos: “No has tenido ayuda para tirar esto, así que no tendrás ayuda para recogerlo. ¿Lo comprendes?”. Eso es solo una parte de todo el proceso. Nadie va a limpiar tu desorden, si vuelcas un escritorio, vas a tener que recogerlo. Si vuelcas sillas, vas a recogerlas. Es solo responsabilizarse de lo que han hecho y de lo que son responsables. No puedes hacerlo por ellos. Tienen que hacerlo ellos.