¿Qué deben entender los profesores acerca del manejo eficaz de la conducta en el salón de clases?
Página 2: Manejo de la conducta en el salón de clases y a nivel de escuela
Como acaba de ver, la conducta disruptiva puede tener efectos negativos tanto en los estudiantes como en los profesores. Aunque muchos profesores están preparados para implementar prácticas de instrucción basadas en evidencia, a menudo no reciben la capacitación o desarrollan las habilidades necesarias para manejar eficazmente conductas disruptivas. Además, a la planificación de lecciones bien pensadas y atractivas suele dársele mayor importancia, por lo que el manejo de la conducta suele pasar a un segundo plano. Sin embargo, los profesores deben entender que los estudios y la conducta están interrelacionados: Cuando los profesores proveen instrucción de alta calidad, los estudiantes tienden a participar más en la lección y mostrar menos conductas disruptivas; cuando los profesores manejan eficazmente la conducta de los estudiantes, tienen más tiempo para impartir instrucción de alta calidad. Es por ello que es importante ver el manejo de la conducta en el aula como un componente esencial de una instrucción eficaz. Lea a continuación para más información respecto al manejo eficaz de la conducta en el salón de clases y su relación con el más amplio sistema de manejo de la conducta a nivel de escuela.
Manejo integral de la conducta en el salón de clases
¿Sabía que?
Muchos profesores consultan con sus colegas para que les aconsejen cómo manejar la conducta de los estudiantes. ¡Pero cuidado con eso! No todos los consejos son igualmente válidos. Algunas de las estrategias sugeridas puede que no estén fundamentadas, mientras que otras hayan demostrado ser exitosas (es decir, prácticas basadas en la evidencia)).
prácticas basadas en la evidencia
Todo tipo de habilidades, técnicas o estrategias discretas que han demostrado ser eficaces a través de investigación experimental o estudios de campo a gran escala. No debe confundirse con un programa basado en la evidencia.
Cuando pensamos en el manejo de la conducta en el salón de clases, lo primero que típicamente viene a la mente son las reglas y los procedimientos. Sin embargo, el manejo integral de la conducta en el salón de clases consiste en mucho más que eso. Se refiere a un sistema proactivo y positivo en el cual el profesor:
- Crea un entorno organizado, coherente, culturalmente sensible e integrado en el salón de clases que fomenta una instrucción eficaz y promueve el aprendizaje de los estudiantes
- Interactúa y se comunica constantemente con los estudiantes (y sus familias
Cuando hablamos de proactivo, simplemente nos referimos a que es mejor planificar para prevenir conductas disruptivas antes de que ocurran en lugar de reaccionar impulsivamente ante conductas disruptivas después de que ocurren. Muchas conductas desafiantes pueden ser minimizadas, o incluso evitadas en su totalidad, si el profesor aplica un manejo integral de la conducta en el salón de clases. Para crear tal sistema, los profesores tienen que tener un entendimiento de los conceptos clave relacionados con la conducta y de las prácticas fundamentales del manejo de la conducta. Estos conceptos y prácticas, enumerados en la tabla siguiente, serán explorados en páginas subsiguientes.
Conceptos clave |
|
Prácticas de manejo de la conducta |
|
Nota: Aunque este módulo cubre los elementos de la tabla anterior, este recurso no puede cubrir cada práctica basada en la evidencia de manejo del salón de clases.
La investigación indica
- El manejo eficaz del salón de clases, que consiste en prácticas tales como crear un entorno estructurado, un clima positivo y expectativas claras, tiene un efecto positivo en el logro académico de los estudiantes.
(Conroy, Alter, & Sutherland, 2014; Gage, Scott, Hirn, & MacSuga-Gage, 2018; Stronge, Ward, & Grant, 2011) - Los profesores y administradores escolares juegan un papel crucial en establecer expectativas claras para conductas aceptables. También son fundamentales en el desarrollo de sistemas de manejo positivos, culturalmente receptivos y respetuosos que faciliten el aprendizaje y el desarrollo social.
(Larson, Pas, Bradshaw, Rosenberg, & Day-Vines, 2018; Scheuermann & Hall, 2016) - Las personas que manejan de manera eficaz el salón de clases reconocen que la conducta del profesor influye en la conducta del estudiante. Por lo tanto, invierten tiempo en la logística de cómo prevenir y responder mejor a casos de conducta disruptiva.
(Mitchell, Hirn, & Lewis, 2017; Simonsen et al., 2015)
Escuche a Angela Mangum y Ashley Lloyd hablar de los beneficios de utilizar un manejo integral de la conducta.
Transcripción: Angela Mangum
Estoy a punto de comenzar mi duodécimo año de docencia. Las ventajas que he visto al utilizar sistemas de manejo de la conducta en el salón de clases, es que realmente contribuyen a un salón de clases más calmado. Creo que cuando se tiene un sistema con el que se siente uno cómodo; y puede que no sea el sistema que tiene tu vecino de al lado o el que tiene tu vecino del otro lado, porque lo que es auténtico para uno puede parecer diferente para otra persona; pero creo que una vez que se tiene su propio sistema y se mantiene (la coherencia es clave) sencillamente contamos con un salón de clases más calmado. Se siente cómodo porque uno está cómodo con lo que va a hacer, no importa lo que se presente.
Tener un sistema de manejo integral del salón de clases influye en todo. Reduce el estrés de los profesores, porque cuando se trata de niños y adolescentes o incluso niños pequeños, son todos impredecibles. Y tienes 20 personalidades en un aula, y cada día es diferente. Y es por eso que enseñar es tan estupenda experiencia. Pero contar con un sistema así crea un entorno con menos estrés porque sabes lo que vas a hacer en cada situación. Y de esa manera también se crea un ambiente con menos estrés para los estudiantes. Entran en su salón de clases sabiendo lo que va a pasar. No es un entorno impredecible. Les tranquiliza la seguridad de saber lo que va a pasar. Y si hacen algo, entienden que va a haber consecuencias, y saben los límites que se han establecido. Y esto permite que el enfoque sea en el aprendizaje y no en resolver conflictos todo el día, cada día.
Transcripción: Ashley Lloyd
Algunos de los beneficios de establecer un manejo integral de la conducta es que cuando mis estudiantes y yo sabemos qué esperar en cualquier momento dado, esto da una sensación de calma. Fomenta la independencia en los niños, y tratar con conductas indeseadas o inapropiadas es mucho más simple. Si no hay estructuras establecidas y las expectativas no están claras, los estudiantes tienden a poner a prueba los límites y a menudo es preciso detener el curso y reevaluar y comenzar de nuevo; mientras que si estoy segura de que todos entienden las expectativas y tenemos claras sus reglas, los niños pueden florecer.
Cuando contamos con un sistema integral sólido de manejo de la conducta, los estudiantes pueden seguir expectativas claras y saber las estructuras del salón de clases, y tienden a pasar directamente a una conducta de trabajo. De esa manera, al participar en una conducta de trabajo significativa, tienden a no tener conductas no deseadas. Incluso si surge una conducta no deseada, es fácil de manejar ya que el resto de los estudiantes puede estar trabajando de manera independiente.
Aunque este módulo se centrará en establecer el manejo integral de la conducta en el salón de clases, algunos docentes pueden preguntarse: ¿Necesito considerar manejo integral de la conducta en el salón de clases si mi escuela ya ha establecido ¿un manejo de la conducta a nivel de escuela?
Manejo de la conducta a nivel de escuela
Miles de escuelas primarias, intermedias y secundarias en toda la nación han adoptado un manejo de la conducta a nivel de escuela, así que es probable que su escuela haya adoptado un sistema así también. Si ese es el caso, de todas formas debe adoptar un manejo integral de la conducta en el salón de clases. Cuando están correctamente alineados, estos sistemas trabajan al unísono para fomentar el éxito académico y conductual de todos los estudiantes.
Las escuelas que adoptan un manejo de la conducta a nivel de escuela comúnmente usan Intervenciones y ayudas para conductas positivas (PBIS). El esquema de las PBIS proporciona la estructura (prácticas amplias y principios básicos) alrededor de la cual los docentes pueden identificar y usar prácticas basadas en evidencia para mejorar los resultados académicos y conductuales para todos los estudiantes. Las PBIS constan de tres niveles: Nivel 1, Nivel 2 y Nivel 3, a través de los cuales los educadores pueden proporcionar ayudas y servicios uniformes para promover conductas adecuadas y para prevenir y abordar conductas desafiantes.
Intervenciones y ayudas para conductas positivas (PBIS)
Las PBIS son un sistema que se corresponde con el esquema escalonado del sistema de ayuda de varios niveles (MTSS)*, pero está primordialmente diseñado para abordar la conducta a nivel de escuela y del salón de clases. Más específicamente, es una guía para la selección, integración e implementación de prácticas basadas en evidencia para mejorar los resultados académicos y conductuales de todos los estudiantes.
* sistema de ayuda de varios niveles (MTSS): el MTSS es un esquema que puede ser usado para identificar a los estudiantes con problemas académicos o conductuales y para apoyarlos a través de niveles cada vez más intensos de intervención. Este esquema promueve el uso de prácticas basadas en evidencia y toma de decisiones basada en datos para atender las necesidades de los estudiantes.
Nivel 1 (a veces referido como prevención primaria o universal) es un manejo eficaz de la conducta a nivel de escuela o en el salón de clases, que incluye enseñar a los estudiantes las conductas adecuadas. |
Nivel 2 (también conocido como prevención dirigida o secundaria) ofrece ayudas dirigidas a grupos de estudiantes con necesidades similares. |
Nivel 3 (también conocido como intervención terciaria o prevención intensiva e individualizada) ofrece un plan de ayudas individualizado basado en datos de evaluación. |
Tanto el manejo de la conducta a nivel de escuela como en el salón de clases se consideran prevención primaria (Nivel 1). Si se pone en práctica de manera eficaz, el manejo integral de la conducta en el salón de clases debe prevenir o tratar las conductas desafiantes de aproximadamente el 80% de los estudiantes.
Al elegir el manejo integral de la conducta en el salón de clases, los profesores deben asegurarse de que éste se alinee con el plan de manejo de la conducta a nivel de escuela. Para fines ilustrativos, veamos cómo la escuela de la Srta. Rollison implementa la prevención de Nivel 1 en su plan de manejo de la conducta a nivel de escuela.
Nota: Este ejemplo solo incluye una práctica clave del Nivel 1 y no es inclusiva de todo el plan de manejo de la conducta a nivel de escuela. Pretende mostrar cómo un profesor puede alinear sus propias expectativas en el salón de clases con las expectativas a nivel de escuela.
Para su información
Además de identificar las expectativas a nivel de escuela, algunas escuelas establecen reglas y consecuencias para ser usadas en todos los salones de clases. Mientras que otras solo planean las expectativas a nivel de escuela y permiten a los profesores crear sus propias reglas y consecuencias en el salón de clases. Asegúrese de verificar con el equipo de liderazgo de su escuela para determinar sus responsabilidades como profesor.
A nivel de escuela: Una de las prácticas clave del Nivel 1 es definir y enseñar las expectativas a nivel de escuela. El esquema de las PBIS recomienda que las escuelas identifiquen de tres a cinco expectativas de conducta afirmadas positivamente que se aplican a todos los estudiantes.
Ejemplo: El equipo de liderazgo de la escuela de la Srta. Rollison ha elegido tres expectativas: Sea respetuoso; sea responsable; esté listo.
Salón de clases: El esquema de las PBIS indica que los profesores deben alinear sus expectativas en el salón de clases con las expectativas a nivel de escuela. Esta coherencia ayuda a los estudiantes a entender qué esperar y, por lo tanto, limita las conductas disruptivas.
Ejemplo: La Srta. Rollison informa a sus estudiantes las expectativas a nivel de escuela y explica cómo se traducen en su salón de clases. En el cuadro siguiente se indican ejemplos de cada una de ellas.
Expectativas a nivel de escuela | Expectativas del salón de clases de la Srta. Rollison |
Sea respetuoso |
|
Sea responsable |
|
Esté listo |
|
Escuche a Ashley Lloyd explicar cómo el manejo integral de la conducta en el salón de clases se alinea con el sistema de manejo de la conducta a nivel de escuela.
Transcripción: Ashley Lloyd
Mi sistema personal integral de manejo de la conducta en el salón de clases se alinea bien con nuestro sistema de manejo de la conducta a nivel de escuela. Básicamente, la manera en que he logrado que esto funcione es que en mi salón de clases manejo las conductas a través del uso de expectativas, rutinas y estructuras claras. Me concentro en que el aprendizaje sea divertido y significativo, y esto permite que las consecuencias naturales si surgen conductas no deseadas en el salón de clases sean perderse de tener experiencias divertidas. Nuestro sistema a nivel de escuela se concentra en las cuatro expectativas de ser respetuoso, responsable, seguro y estar listo en todas las áreas de aprendizaje. Puedo relacionar ese lenguaje exacto a mis expectativas y estructuras personales para que los niños puedan tener un sistema coherente en todo el plantel y en mi salón.
En nuestro plantel, la forma en que funciona es que tenemos la matriz de PBS, así que usamos los principios de ser respetuoso, responsable, seguro y estar listo en la cafetería, en el baño, en el pasillo. Explico lo que es ser respetuoso, responsable, seguro y estar listo en mi salón de clases. También explico de forma más específica la manera de ser respetuoso, responsable, seguro y estar listo cuando se entra al salón de clases. ¿Qué es ser respetuoso, responsable, seguro y estar listo durante una actividad de todo el grupo, en comparación con qué es ser respetuoso, responsable, seguro y estar listo durante una tarea independiente? Ese es el lenguaje que uso en mi salón de clases.
Srta. Rollison: continúa la historia
Ahora que la Srta. Rollison sabe que muchos desafíos de conducta pueden ser minimizados o evitados por completo mediante la implementación de un manejo integral de la conducta en el salón de clases, empieza a sentirse más segura. Ahora está lista para explorar conceptos y prácticas claves de conducta que ayudarán a apoyar a sus estudiantes tanto desde el punto de vista académico como conductual.
Las prácticas de nivel superior
Las prácticas destacadas en este módulo están alineadas con prácticas de nivel superior (“high-leverage practices”, HLPs) en educación especial—son prácticas fundacionales que mejoran los resultados de estudiantes con discapacidades. Más concretamente, estas prácticas están alineadas con:
HLP7: Crear un ambiente consistente, organizado y respetuoso.
HLP9: Enseñar conductas sociales.
Las prácticas de nivel superior (HLP) que todos los maestros de educación especial deben implementar están divididas en cuatro áreas: colaboración, evaluación, prácticas sociales/emocionales/conductuales e instrucción. Para más información sobre las prácticas de nivel superior (HLP), visite High-Leverage Practices in Special Education.